Juan Carlos Díaz Morales
Argentina.-Dos pinchaduras consecutivas en Tres Arroyos, Argentina luego de rodar más de 15 mil kilómetros propiciaron por fin el cambio de llanta delantera en la bicicleta en la que recorre Miguel Ángel Torres toda América Latina (AL) desde hace 10 meses que salió de su natal Cihuatlán, Jalisco.
Aunque dice que aún le quedaba vida a la llanta Trigger Sport, decidió cambiarla por la nueva que traía de refacción, por cierto, de manufactura argentina, ya que se le avecina ruta con granizo, terracerías, zonas fangosas, entre otros pisos agrestes al entrar a la Patagonia, tramo final de su travesía.
Lo increíble, dice, es que la llanta trasera sigue siendo la misma con la que partió de la Basílica de Guadalupe en la ciudad de México, justo el 7 de marzo del año pasado y con la que ya recorrió 15 países.
Narra a Partidero que su bicicleta Specialized se ha portado muy bien, pues solo le ha dado mantenimiento a pedales, cadena, frenos, tren delantero, por lo que no duda en llegar en óptimas condiciones a la meta final que es Ushuaia, ciudad patagónica conocida como El Fin del Mundo.
Al cihuatlense le restan aproximadamente dos mil 500 kilómetros para llegar al Faro de Ushuaia, justo donde se embarcan para la Antártida, tramo que estima recorrer hasta finales de febrero, pasando antes por Bariloche y Calafate, zona de glaciares.
La odisea le llevará casi un año, en la que presume que aunado a su mérito de pedalear por toda Amércia Latina, está el haber logrado una “Alcancia de Amigos”, frase que seguramente será el título de su libro donde quedará plasmada toda su aventura, “esa es mi ganancia al final del día”, subraya al tomar un respiro rumbo a Bahía Blanca, en la puerta de la Patagonia.
