Conoce las leyendas y tradiciones en la noche de muertos de Michoacán

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Pátzcuaro, Michoacán; 30 de octubre de 2024.- Se acerca la festividad más importante de la entidad, llena de religión, sincretismo, misterio y hasta cuentos y leyendas sobre esta tradición centenaria, que es La Noche de Muertos, en la región Lacustre del Lago de Pátzcuaro y no menos importantes en otras comunidades indígenas, de las etnias, Purépechas, Otomí. Mazahua, Nahua, Ñañu y Pirinda, cada una con sus variantes.
De tal forma es que la conmemoración del Día de los Muertos en las comunidades indígenas mexicanas, que se celebra el primer y segundo día de onceavo mes, entró el 07 de noviembre de 2003, a formar parte de la lista del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO, que quiere así que sus actores tengan a Noche de Muertos.
Los preparativos ya están en puerta y se pueden ver ya los altares a los seres queridos que han trascendido a otra dimensión y que de acuerdo a las costumbres de los habitantes de México, regresan el día 2 a visitar a sus seres queridos.
En Michoacán, la Fiesta de Muertos es una ceremonia solemne que conserva casi puramente la forma en que los antiguos pueblos prehispánicos honraban a la muerte en esas fechas. Dicha tradición mantiene vigentes muchas de las características del ritual funerario practicado por los purépechas.
En la entidad, existe una leyenda Purépecha que cuenta que, al morir, las almas vuelan como mariposas monarcas sobre un lago encantado (el lago de Pátzcuaro) hasta la Isla de Janitzio y con sólo abrir el corazón es posible atravesar el lago en una lancha y ver las almas dibujarse sobre el agua.
Día de muertos en Pátzcuaro
Existe un lugar específico que representa mejor que ningún otro la celebración de Día de Muertos, estamos hablando de Pátzcuaro, Michoacán. Esta ciudad mexicana, que inspiró la película Coco, guarda grandes historias que maravillan a quien la visita.
México es un país lleno de cultura, gastronomía y colores, pero sobre todo un lugar mágico con pueblos que viven sus tradiciones a flor de piel, especialmente el Día de Muertos. Esto se debe a la creencia tan arraigada que tenemos los mexicanos de que cada 2 de noviembre los muertos vienen a la tierra de los vivos para celebrar juntos esta gran fiesta.
Pero existe un lugar en específico que representa mejor que ningún otro esta tradición: Pátzcuaro, Michoacán. Y es que visitar este lugar a partir del 1 de noviembre es como estar viviendo la película de Disney Pixar, Coco ¿Y cómo no?, si es en este hermoso lugar en el que el gran estudio se inspiró para crear la película que resalta la gran celebración mexicana del Día de Muertos.
En Michoacán, existe una leyenda Purépecha que cuenta que, al morir, las almas vuelan como mariposas monarcas sobre un lago encantado (el lago de Pátzcuaro) hasta la Isla de Janitzio y con sólo abrir el corazón es posible atravesar el lago en una lancha y ver las almas dibujarse sobre el agua.
También en la antigüedad se creía que en este lugar se encontraba la Puerta del Cielo por donde descendían y ascendían, los dioses antiguos.
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Es por esto que la magia que reside en este lugar es tan fuerte que te llena de emociones y sensaciones en cuanto llegas, ya que desde la noche del 1 de octubre todos los habitantes y visitantes llegan a las tumbas con sus ofrendas como velas, pan, fruta, flores y los platillos favoritos de los seres queridos que quieren honrar. Al colocar todas sus ofrendas se sientan junto a la tumba a contemplar la luz de las velas y orar durante toda la noche.
Sin duda, Pátzcuaro, Michoacán, es el lugar perfecto si quieres visitar un lugar perfecto para celebrar el Día de Muertos. Camina por este mágico lugar y disfruta de esta fiesta tan mexicana.
Día de Los Muertos En Pátzcuaro Celebración De México Que da Vida a la Muerte.
La luna está casi llena mientras se eleva más allá de las lápidas y los árboles que hay sobre nuestras cabezas. Son las 4 de la mañana. Hay un resplandor dorado y una energía cálida que se eleva hacia el frío de la noche, dice el Grupo 30, en una versión.
Una mujer envuelta en una manta me sonríe mientras arroja otra rama al fuego junto a su altar reluciente de caléndulas anaranjadas, velas parpadeantes, una botella local de mezcal y pan recién horneado. Asiento con la cabeza, somnolienta y satisfecha. Nunca me he sentido tan curiosamente cómoda durmiendo en un cementerio mexicano.
Todavía estoy emocionada por haber vivido el Día de los Muertos en Pátzcuaro y los cementerios tradicionales cerca de las ruinas de Tzintzuntzan.
Si el Día de los Muertos es la celebración de la muerte más famosa del mundo, el epicentro de esa experiencia se encuentra dentro de las áreas coloniales que rodean el lago de Pátzcuaro en Michoacán, México.
Es casi imposible en esta época encontrar una cama en un albergue o una habitación de hotel… pero ¿quién la necesita cuando puedes dormir en el gran lujo de un cementerio?
El momento cumbre de la celebración, que dura una semana, es el período de 36 horas que transcurre hasta la noche del 1 de noviembre, conocida internacionalmente como el Día de Todos los Santos.
Por supuesto, las festividades también despiertan la locura esperada de una desordenada fiesta callejera mexicana, pero la columna vertebral (tengo que hacer una referencia a un esqueleto en algún lugar) de las reuniones convoca y mantiene momentos verdaderamente poderosos.
Los amigos y las familias pasan la semana anterior preparando planes y decoraciones para las tumbas de los seres queridos que han fallecido. Luego, la gente se reúne para permanecer despierta toda la noche para celebrar y honrar la vida en la muerte.
Por supuesto, las festividades también despiertan la locura esperada de una desordenada fiesta callejera mexicana, pero la columna vertebral (tengo que hacer una referencia a un esqueleto en algún lugar) de las reuniones convoca y mantiene momentos verdaderamente poderosos.
Los amigos y las familias pasan la semana anterior preparando planes y decoraciones para las tumbas de los seres queridos que han fallecido. Luego, la gente se reúne para permanecer despierta toda la noche para celebrar y honrar la vida en la muerte.
Celebrar la muerte como celebramos la vida.
Deberíamos conmemorarla con colores brillantes, comida favorita, música en vivo y risas en lugar de tristeza gris, duelo silencioso y supresión de los hermosos momentos compartidos y vividos. Nuestras vidas merecen una celebración igualitaria tanto del
cumpleaños como del día de la muerte. No se puede temer a la muerte cuando se la invita a la fiesta.
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Una Leyenda que cuenta ”La Noche de Muertos en Pátzcuaro”
Una de las leyendas más famosas de Pátzcuaro, Michoacán, es laleyenda de “La Isla de Janitzio”, que está estrechamente relacionada con la celebración del Día de los Muertos en la región.
La leyenda de la Isla de Janitzio narra la historia de cómo surgió esta tradición única y colorida en Michoacán.
La Isla de Janitzio: La Leyenda del Día de los Muertos en Pátzcuaro
Hace mucho tiempo, en la región de Pátzcuaro, existía una tribu indígena conocida como los Purépechas.
Los Purépechas tenían una relación especial con la muerte, no la temían, sino que la celebraban como un tránsito hacia una nueva vida. Esta creencia ancestral se manifestó en la forma en que honraban a sus antepasados.
Un día, en la tribu de los Purépechas, vivía un joven llamado Janitzio. Janitzio era conocido por su valentía y amor por su pueblo. Sin embargo, Janitzio se encontraba profundamente triste porque su amada, una joven llamada Xarhú, había fallecido. Extrañaba su compañía y estaba desconsolado por su partida.
Una noche, Janitzio tuvo un sueño. En el sueño, Xarhú apareció y le dijo que deseaba que él la encontrara en el mundo de los muertos, donde podrían estar juntos nuevamente. Para lograrlo, Xarhú le dio a Janitzio instrucciones específicas sobre cómo celebrar el Día de los Muertos.
Siguiendo las instrucciones de Xarhú, Janitzio y su gente comenzaron a rendir homenaje a sus antepasados en una isla en el lago de Pátzcuaro, conocida como Janitzio en su honor. Encendían velas, colocaban ofrendas de comida y bebida, y adornaban las tumbas con flores y objetos significativos.
Con el tiempo, esta celebración se convirtió en el Día de los Muertos tal como lo conocemos hoy en día, con sus característicos altares, calaveras de azúcar, ofrendas y el uso de la flor de cempasúchil.
La leyenda de la Isla de Janitzio refleja la profunda conexión de la cultura purépecha con la muerte y su creencia en la continuidad de la vida más allá de la muerte.
Además, esta historia explica cómo Pátzcuaro se convirtió en uno de los destinos más emblemáticos para celebrar el Día de los Muertos en México, atrayendo a visitantes de todo el mundo para participar en esta festividad única y conmovedora.
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Cacería del Pato en Janitzio
La cacería ceremonial de patos en Janitzio, Michoacán, se realiza el 31 de octubre y se conoce como “Kuirsi-atakua”, una tradición casi extinta.
Durante esta celebración, se lleva a cabo la danza de los pescadores, en la que se caza al pato sagrado con lanza. El pato se cría en el lago de Pátzcuaro y se cocina para los que esperan a sus familiares difuntos en la velada del 2 de noviembre.
En la madrugada del 1 de noviembre, se puede ver a los pescadores remando hacia la isla de Janitzio en sus balsas, con velas encendidas.
Celebra la Semana de Muertos como nunca antes en los manantiales de Urandén y sus aguas que reflejan cielos de tradición, ofrendas al borde del agua y una cultura viva que florece con cada recuerdo. Ven a Michoacán y sé parte de un ritual de amor y tradición. ¡Un destino que no olvidarás!.
Cuanajo, la localidad michoacana donde las ánimas llegan en caballo
En Cuanajo las ánimas llgean en caballo.
La Semana de Muertos en Michoacán comenzó, y con ella los preparativos para los próximos 1 y 2 de noviembre. Esta tradición ancestral conocida a nivel internacional tiene diversas peculiaridades en cada región del estado, como en Cuanajo, donde las ánimas llegan a caballo para reunirse con sus seres queridos que las esperan.
La Secretaría de Turismo de Michoacán (Sectur), dependencia encabezada por Roberto Monroy García recordó, en esta localidad perteneciente al municipio de Pátzcuaro, los vivos esperan a sus seres que se adelantaron con caballos de madera que adornan esta tradición.
En Michoacán son tres pueblos donde la comunidad lleva la ofrenda tradicional “montada” en caballitos de madera: Nurío, San Ángel Zurumucapio y Cuanajo.
Esta tradición única es por la creencia de los habitantes que al colocar los caballos de madera, servirán de instrumento para que quienes se les adelantaron puedan llegar a sus tumbas y disfrutar de las ofrendas colocadas.
Los pobladores también tienen la creencia que cuanto más grande es el caballo de madera, mayor fue la popularidad del recordado. La entrega de ofrendas en Cuanajo es de 21:00 a 22:00 horas el 1 de noviembre hasta las primeras horas del 2 de noviembre.
La fiesta de los angelitos, o kejtzitakua zapicheri, se celebra el 1 de noviembre en los pueblos que rodean el lago de Pátzcuaro, en Michoacán, como parte de la celebración del Día de Muertos.
En esta celebración, se colocan ofrendas y altares a los niños y jóvenes que murieron antes de tiempo.
En la primera ofrenda de un niño, el padrino de bautizo lleva un arco adornado con flores de cempoalxóchitl y flor de ánima, además de dulces, juguetes y ropa.
La ceremonia de muertos comienza la tarde del 31 de octubre con la elaboración de las ofrendas.
Se realiza una cacería de pato simbólica, ya que antiguamente se preparaban alimentos con esta ave para ofrecerlos a los difuntos.
En los hogares de las personas fallecidas recientemente, se reza el novenario y se instalan ofrendas.
Las puertas exteriores de las casas se adornan con flores y listones negros para que los visitantes puedan ver las ofrendas.
En la entrada de la iglesia, el mercado, los portales y las plazas públicas, se replican los arcos de flores a mayor escala.
La fiesta de las ánimas, o Animecha Kejtzitakua en purépecha, es una tradición purépecha que se mueve entre lo solemne y lo ancestral.
Este 2024 el Gobierno de Michoacán a través de la Sectur estatal promociona la Semana de Muertos, y en Cuanajo se realiza la experiencia de ser parte de la preparación y ornamentación de los caballitos de madera.
Dicho taller tiene la capacidad para 15 personas, el cual se desarrollará del 25 al 30 de octubre, y tendrá una duración de dos horas con una cuota de recuperación de 200 pesos, monto con el que el inscrito se llevará su propio caballito.
Llega la media noche en la Isla de Janitzio, y aparecen fantasmas que no son otras cosas que mujeres indígenas de la isla que van al panteón con ofrendas y comida, lo que le gustaba a sus seres queridos.
La procesión de velas subiendo la cuesta al cementerio sus luces semejan unas culebras repteando.
Los festejos para conmemorar el Día de los Muertos en México encuentran su máxima expresión en una isla del estado de Michoacán, Janitzio. Flores de cempasúchil inundan los panteones, velas iluminan el camino de las almas y colocan comida para recibirlos, durante toda la noche se recitan cantos y rezos.
La isla de Janitzio trae consigo todo un halo de misterio y es que, según cuenta las leyendas del lugar, que cuando las almas regresan, puede notarse en el ondear del lago de Pátzcuaro. La ofrenda a las ánimas es todo un espectáculo visual que se remite a tradiciones purépechas.
Los hombres, a la media noche, en balsas sobre el lago, lanzan redes de pesca en forma de mariposa para demostrar su habilidad. La iluminación es proporcionada por veladoras encendidas, brindando imágenes poderosas que arraigan la tradición.
La fiesta que se celebra en Janitzio tiene su origen a partir de una leyenda de amor entre dos príncipes purépechas, antiguos habitantes de Michoacán. Su amor se ve interrumpido por la llegada de los españoles y termina con la muerte del varón ahogado en el lago para proteger un tesoro. El nombre de la fiesta, Animecha Kejtzitakua, significa ‘ofrenda a las ánimas’.
La música que se utiliza para estas celebraciones son las Pirekuas, música tradicional purépecha, que se canta en su idioma original. Estos cantos son considerados Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, como lo es el propio festejo del Día de Muertos.
El sentimiento de melancolía y el paisaje colorido forman un panorama que conmueve e invita a la celebración y el acompañamiento para mantener vivas las tradiciones. En Michoacán, la celebración del 1 y 2 de noviembre se acompaña también con diversos eventos culturales que animan al festejo y comida inigualable.
Ihuatzio, sitio preferidos por televisoras extranjeras y nacionales
La Noche de Muertos en Ihuatzio, Michoacán, es una celebración que incluye la visita de artesanos a los talleres de chuspata para mostrar el proceso de creación de estas artesanías.
En general, la Noche de Muertos es una festividad que se celebra en la región de la cuenca del lago de Pátzcuaro, en Michoacán, y que se ha mantenido como un patrimonio colectivo desde épocas ancestrales.
Algunas de las tradiciones que se llevan a cabo en la Noche de Muertos son:
Adornar las tumbas con flores de cempasúchil, copal, veladoras y la comida que su familiar disfrutaba en vida. Navegar en pequeñas embarcaciones y canoas a la Isla de Janitzio.
Rodear las tumbas con ofrendas, flores, pan, frutas, símbolos y recuerdos.
Colocar los alimentos predilectos de sus difuntos y su petate.
Velar toda la noche en espera de las almas.
Otras comunidades de la zona lacustre: Como una de las tradiciones más importantes, la Noche de Muertos ha llegado para ser celebrada los días 1 y 2 de noviembre en las comunidades de la zona Lacustre de Michoacán, que abarca los municipios de Pátzcuaro, Tzintzuntzan, Quiroga y Erongarícuaro.
Ofrendas, rituales, altares y oraciones llenan los panteones y los hogares de estos municipios, mostrando la tradición ancestral que consiste en recordar a las personas que partieron en vida y que, a través de estas manifestaciones, los oriundos de la ribera del lago de Pátzcuaro creen con fervor que sus seres queridos regresan esta noche a visitarlos.
Entre los principales camposantos que puedes visitar se encuentra el Panteón Comunitario Tzurumútaro, ubicado en la entrada del municipio de Pátzcuaro por la carretera a Morelia.
En este lugar, desde la noche del 1 de noviembre arriban los habitantes del lugar para adornar las tumbas con flores de cempasúchil, copal, veladoras y la comida que su familiar disfrutaba en vida. Así se preparan para velar toda la noche en espera de las almas.
Partiendo del muelle de Pátzcuaro podrás llegar a la isla de Janitzio. Aquí, miles de visitantes se reúnen en el cementerio ubicado en una terraza natural frente al gran cuerpo de agua, pero si lo que buscas es vivir la tradición de manera discreta y disfrutar la ceremonia en armonía con la comunidad, la isla de Pacanda es el lugar.
Para llegar aquí, pequeñas embarcaciones parten desde todos los muelles del lago, sin embargo, el trayecto más corto y cómodo se realiza desde el muelle de la población de Ucasanastacua, del municipio de Tzintzuntzan.
También en Tzintzuntzan, se realizan algunas de las ofrendas más espectaculares de la región, con diseños muy elaborados y algunas de ellas de tamaño monumental en su panteón municipal, así como en la explanada del convento de Santa Ana, y en las mundialmente conocidas Yácatas, lugar donde los purépechas formaron su centro ceremonial.
La comunidad de Santa Fe de la Laguna, en el municipio de Quiroga, es considerada una de las poblaciones más importantes de la cultura purépecha, donde se conserva con gran esplendor la lengua indígena, el vestido y la gastronomía. Esta comunidad se ubica en la ribera del lago, a 27 kilómetros de la ciudad de Pátzcuaro y a tres de la ciudad de Quiroga. La ceremonia se celebra durante el día 2 de noviembre, a tempranas horas de la tarde en su pintoresco panteón.
Estos lugares mantienen en común esta celebración como un evento ancestral que une el mundo de los muertos con la tierra de los vivos, donde por una noche al año pueden percibir el espíritu de aquellos seres amados que se adelantaron en el camino.
Por ello, para poder ser parte de esta experiencia es vital que como turista mantengas el respeto por la tradición; evita pisar tumbas, ofrendas y altares; solicita permiso para tomar fotografías; y en caso de querer ingresar a un hogar pide ser invitado y lleva una ofrenda para venerar a los muertos que ahí esperan, como fruta o flores.
También te recomendamos llevar ropa cómoda y abrigadora, debido a las bajas temperaturas y a que puede presentarse lluvia ligera. Todas las actividades en el marco de estas fechas pueden ser consultadas en la página visitmichoacan.com.mx, o en las redes sociales de Michoacán el Alma de México.
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