Raúl de la Cruz
Viernes 8 de marzo de 2024.- Bastante se ha especulado con relación al próximo combate del Canelo Álvarez para mayo próximo. No se ponen de acuerdo los “especialistas” del boxeo. Un día publican una cosa y al otro una distinta. En tanto que el peleador no dice nada.
Esta semana publicó en su cuenta de Instagram, sitio donde publica sus comunicados, que estaba festejando 13 años de su primer campeonato mundial celebrado el 5 de marzo del 2011 contra Matthew Hatton, pelea celebrada en el Honda Center, Anaheim.
Sobre este aniversario escribe Bernardo Pilatti comentarista de ESPN: “13 años del cuento. Y allá van los papagayos con micrófono a celebrar. Es pelea la pactaron en 150, Canelo ni dio el peso, y eligieron a Hatton un 147 libras de cuarta. #Canelo ni clasificado estaba. Su primera defensa fue con Ryan Rhodes, (en la FVG de Tlajomulco) el de la zambullida y empleado de Matthew Hatton”.
Por aquel entonces denuncié la farsa en el periódico Milenio Jalisco. Recuerdo que estaba trabajando en el estadio Jalisco cuando me llamaron de Los Ángeles para darme la noticia: “Canelo no dio el peso”, por consecuencia se suponía que no estaría en juego el título que estaba en mano de Hatton.
De ahí que el producto de esa irresponsabilidad fue presuntamente una de 70 mil dólares. 35 mil para el peleador y 35 mil para la Comisión de California. Pero quedó una duda por qué el Consejo Mundial de Boxeo, CMB, no dio a conocer los acuerdos que llegaron los Hatton, Canelo, GBP y la Comisión de California, porque para otras cosas nos tenían bien informados. ¿Aquí por qué no? ¿Qué escondieron? Ojalá y haya respuesta en la acostumbrada rueda de prensa de José Sulaiman, entonces presidente del CMB y ya fallecido. Nunca hubo respuesta.
El campeonato que “ganó” el Canelo fue el Súper Welter del CMB. Canelo, perdió en la báscula como lo estipula el propio reglamento del CMB, pero se impusieron los intereses económicos. Y conforme se vio la pelea, fue una verdadera farsa. Un circo, se notó que todo estaba arreglado. No puede ser posible que un peleador de 154 libras se fue hasta la decisión contra un boxeador de 147 libras. Sin agregar las libras que suben después de la ceremonia del peso.
Por supuesto, que las crónicas de los auténticos conocedores del boxeo no se hicieron esperar puesto que Oscar de la Hoya confabulado con Sulaiman habían montado un circo para hacer creer que la nueva “figura” del boxeo había conseguido su primer título mundial que estaba vacante. Ellos eligieron el rival, ellos montaron la función.
Dice la canción: Árbol que nace torcido, jamás su tronco endereza”. Posteriormente a esta farsa vinieron más y más por una sencilla razón, se dieron cuenta del imán de taquilla que estaban consiguiendo donde todos salieron ganando: promotores, organizaciones del boxeo, televisoras y hasta comunicadores que se dicen periodistas. Motivo por el cual, Canelo no tiene credibilidad en una mayoría de aficionados.