Gracias a las políticas antimigratorias, las redadas, las deportaciones, y las amenazas del presidente Donald Trump, así como al crecimiento de la economía, el empleo y los salarios en Estados Unidos, la paisanada migrante avecindada en la Unión Americana mandó a nuestro país 36. 4 mil millones de dólares (mmdd) en 2019, cifra superior en 7.04% a la dolariza enviada en 2018, cuando ingresaron 33.6 mmdd. Con ello, México se sitúa como el tercer país remesero del mundo, solo detrás la India, que recibió 78.6 mmdd, y China, con 67.4 mmdd, según informó el Banco de México.
Jamás en la historia había entrado esa cantidad de dinero a manos de los desempleados de nuestro país que tuvieron la obligación de irse a trabajar a Estados Unidos. Es 61% más de los dólares obtenidos por las exportaciones petroleras, que el año pasado sumaron 22.4 mmdd. La Inversión Extranjera Directa (IED) también quedó por debajo de las remesas con 35 mmdd; y la actividad turística había ingresado, hasta noviembre del año pasado, cerca de 22 mmdd de dólares.
Las remesas se han convertido en la gran palanca del consumo interno en varios estados de la República, encabezados por Michoacán y Jalisco, que reciben alrededor de 3.5 mmdd cada uno. Les siguen Guanajuato, Estado de México y Oaxaca, con 3.2, 2.3 y 1.8 mmdd, respectivamente.
Entidades que oxigenan su economía gracias a los billetes verdes que llegan del norte, no solo la economía estatal se beneficia del recurso, millones de mexicanos subsisten gracias a las remesas, que hoy por hoy, debido a la urgencia económica de los receptores, continúan gastándose y no invirtiéndose en la generación de riqueza.
En tanto, las condiciones económicas favorables, las redadas y las amenazas de deportación continúen en Estados Unidos, y nuestra economía no mejore este año, 2020 será otro año histórico en cuanto a los dólares enviados por los migrantes, cuyo monto podría crecer en 6% y llegar a 38 mil 200 mdd.
Si bien, el envío de billetes verdes continúa incrementándose año con año, no debemos perder de vista que las remesas no son ilimitadas. Existen varias razones para afirmar que el envío de recursos allende el río Bravo a nuestro país, son limitados en el tiempo.
A saber:
- La naturaleza “ilegal” de la migración de mexicanos a Estados Unidos, lo cual se vuelve una espada de Damocles sobre los exiliados económicos, quienes no tienen certeza de hasta qué momento podrán seguir migrando “sin papeles”.
- La disminución en el flujo migratorio en los últimos años a consecuencia del endurecimiento de las leyes estadunidenses y del incremento de agentes migratorios y elementos de la Guardia Nacional en la frontera sur de nuestro vecino del norte.
- La práctica de llevarse, una vez asentados en la Unión Americana, a un mayor número de miembros de la familia, con lo cual quedan pocas personas a quienes enviar dinero.
A todo ello, debemos agregar que la mejor manera de mantener el flujo de remesas es con la presencia de migrantes “nuevos”, pues sabemos que quienes se van dejan de enviar recursos entre el quinto y décimo año; por lo tanto, se impone tener migrantes “nuevos” si queremos seguir recibiendo remesas en nuestro país.
Desde luego, el mejor escenario sería darles a los mexicanos empleo y condiciones adecuadas para quedarse en su país, pero al observar el panorama económico actual, estamos ciertos que eso no podremos ofrecerle en los próximos años.
@contodoytriques
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