Debate: la historia es de quien la cuenta

Foto: INE

Martes 9 de abril de 2024.- Es popularmente sabido que la historia es de quien la escribe o la cuenta y esta función recae, usualmente, en los vencedores; quienes se alzan con la victoria tras un conflicto. No es de extrañar entonces que los presidenciables y su comparsa se hayan autoproclamado triunfadores del primer debate presidencial, minutos después de las 22:00 horas del pasado domingo. Es esencial, en épocas en las que no dominan los ideales, sino el storytelling (que no siempre es verdadero o fundamentado), convencer al público de que fueron ellos los ganadores de la discusión.

Así, Xóchitl Gálvez, la candidata del armatroste que integran los partidos PAN, PRI y PRD, no titubeó en difundir en sus redes sociales una encuesta realizada por la empresa Massive Caller, adjudicándose una mayor aprobación de quienes presenciaron el primer debate presidencial, tras la secuencia de preguntas que encabezaron Denise Maerker y Manuel López San Martín.

Con su participación, sostuvo Gálvez, no sólo habría presentado las mejores propuestas, sino que incidió en la intención de voto de algunos. Y no sólo ello, sino que la citada encuestadora, tras el levantamiento de respuestas, indicó que la candidata tiene mayor posibilidad de ganar la elección, por encima de su contrincante Claudia Sheinbaum, de Morena. Esto a pesar de que el grueso de casas encuestadoras indiquen lo contrario.

Un paralelismo ocurrió en las redes sociales de Sheinbaum, quien a las 22:50 horas compartió una imagen con la leyenda “Ganamos el debate”, y, al igual que Gálvez, compartió los resultados de una encuesta flash realizada por El País, la cual la posiciona como victoriosa con un porcentaje del 46%, sobre un 25% de Gálvez. El resto le pertenece al muy diluido Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano.

En fin, cada quien tiene un santo al cual rezarle.

Finalmente, el propio Máynez tampoco tuvo tapujos en declararse ganador del debate. “Lo que se ve no se juzga”, declaró acompañado de Dante Delgado, en la ciudad de México. Su santo, en este caso, fue la encuestadora Electoralia, que si bien lo colocó en segundo lugar, por debajo de Claudia Sheinbaum, le auguró una gran posibilidad de haber ingerido en la intención de voto de quienes lo vieron y escucharon.

Si me lo preguntan, quien cuente la historia final podrá conocerse sólo hasta el próximo 2 de junio. Mientras tanto, que digan misa.

Afortunadamente, la ciudadanía tendrá injerencia para contarse el cuento que quiera durante los próximo seis años.

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