Guadalajara, Jalisco.-A través de un convenio, los desarrolladores de la Villa Panamericana y organizaciones civiles como Conciencia Cívica, Parlamento de Colonias y vecinos de Rancho Contento, entre otras personas, pusieron fin al entrabado legal que impedía la enajenación y modificación del inmueble construido para los Juegos Panamericanos de 2011.
En el documento, del cual Partidero tiene copia, las partes involucradas acordaron detener “los reclamos, las demandas judiciales y las denuncias” presentadas ante diversas autoridades, mismas que aún no han sido resueltas y se mantenían en pugna desde hace casi una década.
En primer término, los desarrolladores y los demandantes acordaron que se se deberá mantener sin edificar cualquier zona que esté incluida como Área Natural Protegida del bosque de La Primavera, así como cualquier manto acuífero que circunde la zona.
Además de esto, ante la inminente transformación de la Villa Pananmericana en un complejo habitacional, los desarrolladores deberán ajustar el uso de suelo y la densidad poblacional vigente para la zona, la cual no puede rebasar los dos mil 700 habitantes, ni 100 por hectárea.
Otro punto es que las recomendaciones realizadas por las mesas de trabajo de la Cuenca Boca de la Arena, llevadas a cabo entre 2013 y 2014 por el ayuntamiento de Zapopan, tendrán que ser acatadas.
También se implementará un sistema de estación meteorológica, así como un sistema de monitoreo de la calidad y cantidad de agua de la zona de infiltración de El Bajío del Arenal y el acuífero, “consistente por lo menos en 3 estaciones meteorológicas, 3 estaciones hidrométricas y 5 pozos de monitoreo ubicados en puntos estratégicos”.
Finalmente se estableció que el convenio será vigente para cualquier empresa que adquiera la Villa Panamericana e cualquier momento.
“La partes intervienen y están de acuerdo en que en caso de que se susciten diferencias o controversias entre si sobre los acuerdos, compromisos y acciones aquí establecidas, se obligan a someterse a mecanismos de solución mediante medios alternos de solución de conflictos y/o arbitraje ante el propio Instituto de Justicia Alternativa del Estado de Jalisco”, concluye el convenio.
Y aunque los desarrolladores, que planean la venta de la Villa Panamericana por un precio de mil 500 millones de pesos, ya pueden proseguir con la enajenación del edificio, aún restaría resolver los permisos de construcción, mismos que el alcalde de Zapopan, Pablo Lemus, se ha negado a ceder.
El pasado 5 de septiembre Partidero demostró que los permisos anteriormente erogados para la zona de El Bajío donde se ubica la Villa Panamericana son incompatibles con la densidad poblacional que pretende incluir el potencial comprador.
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