El maestro

El maestro

Josefina Reyes Quintanar

Todo aquel que tenga la chispa de querer aprender, aquel con ansia de conocimiento requiere necesariamente de un maestro. A lo largo de la historia la pieza clave en la enseñanza siempre han sido los maestros. Esos que ya poseen el conocimiento, pero además deben tener la capacidad de saber transmitirlo e inspirar al alumno a aprender por sí mismo. Aquellos que logran vislumbrar el potencial del otro para desarrollar su educación. Con el tiempo algunos han hecho historia con la iniciación y formación de grandes pensadores.

Werner Jaeger, en su libro Paideia, nos presenta a los grandes educadores de la Grecia Antigua, y según él, Homero es el primer gran maestro de la humanidad. Homero figura entre realidad y leyenda, y ni siquiera sabemos a ciencia cierta su lugar de nacimiento. Siendo autor de la Ilíada y la Odisea, dos de las obras más importantes de la literatura universal es el poeta más antiguo de la cultura occidental. Sus obras fueron por siglos una gran fuente de información sobre los dioses, tradiciones e historia de la Antigua Grecia.

Uno de los más destacados maestros que conocemos es Sócrates, filósofo griego creador del método socrático, en el que se desarrolla la teoría de la eliminación de la hipótesis negativa. No en vano se le conoce como el padre de la filosofía occidental. Escultor de oficio, estudio música, gimnasia y gramática (todas disciplinas comunes para un joven griego). Vivió una vida relativamente normal hasta el momento en que el Oráculo de Delfos le dijo que era el más sabio entre los hombres; a partir de ahí intentó refutar al oráculo interrogando a los sabios de su tiempo, lo que iniciaría su incursión en la filosofía.

Los jóvenes, al ver a Sócrates cuestionar a los mayores, empezaron a seguirlo. Entre ellos se encontraba Antístenes de Atenas, Aristipo de Cirene, Jenofonte y el más famoso de ellos, Platón. Muchas de las grandes escuelas filosóficas fueron fundadas por alguno de sus seguidores. Sócrates dio un giro a la filosofía de su tiempo al cambiar la búsqueda intelectual de la ciencia física al mundo de las ideas sobre la ética y la moral. Su indagación giraba en torno a cómo vivir una vida buena y virtuosa. No escribió obra alguna, pero sus palabras y acciones perduraron y aún inspiran a muchos en el presente.

Actualmente se ha creado el Global Teacher Prize, el cual es equiparado a un Premio Nobel de la Educación. Es un premio anual internacional otorgado por la Fundación Varkey. Ante la falta de prestigio de los profesores, cada mes de marzo se reúnen en Dubai educadores, responsables políticos, primeros ministros, presidentes y líderes de opinión internacionales para discutir en el Foro Mundial de Educación y Formación Profesional. Los jueces distribuyen una pequeña lista de diez maestros entre los miembros de la Academia para que cada uno pueda votar y así elegir al ganador. El premio consiste en un millón de dólares.

Casi se cumplen diez años de entrega de este premio. Los ganadores provienen de países como Pakistán, India, Canadá, Kenia, Jamaica y Palestina, ente otros. Claro que hay que cumplir con ciertos criterios de evaluación bastante rigurosos para identificar a un maestro excepcional; entre ellos deben haber empleado prácticas instructivas innovadoras, haber logrado un impacto en su comunidad más allá de las aulas, haber logrado resultados de aprendizaje demostrables en el aula y que su enseñanza esté basada en los valores respetando diversas religiones, cultura y nacionalidades.

Todo este circunloquio In memoriam del maestro Luis Casar Gómez.