Enrique Alfaro ordenó mi retención, luego reculó: López Casanova

Guadalajara, Jalisco.-Luego de que el pasado 19 de marzo el escultor Alfredo López Casanova develara una serie de grabados ocultos en la escultura de Fray Antonio Alcalde, colocada en la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres, el artista acusa por medio de una carta al gobernador de Jalisco Enrique Alfaro Ramírez de haber ordenado su retención por medio del policías de Guadalajara.

Sobre la obra, que el mismo López Casanova compuso al ser elegido mediante jurado, se revelaron los siguientes mensajes (esto al cumplirse una año de la desaparición de tres jóvenes estudiantes de cine, Daniel, Marco y Salomón): “Memoria, verdad y justicia 6,503”, “Vivos los llevaron vivos los queremos” y “No son 3 somos todxs (sic)”.

La acción del autor provocó que un par de policías municipales se acercaran al escultor manifestándole que “estaba retenido y que no podía retirarme(….), pasó casi una hora, al  preguntarle bajo qué cargo o delito, el oficial no supo que contestarme”, por lo que dejaron que se retirara.

Por desaparecidos, develan mensajes en escultura de Fray Antonio Alcalde

“Al día siguiente, un asesor del gobernador, de quien me reservo su nombre, me contó que éste estaba furioso, pues decía que yo mentía y que le hacía responsable de hechos de otra administración y no del suyo. La orden de Alfaro al municipio fue de detenerme, pero dejaron pasar un poco de tiempo para hacer ‘cálculos de riesgo político y mediático’, extiende López Casanova en la misiva que ha sido difundida entre medios de comunicación por el Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario (Imdec).

Abunda que “por tratarse de un caso delicado” el mandatario estatal fue asesorado y buscó “mostrarse como tolerante y deslindarse de las acusaciones”.

“Esas fueron sus razonamientos, según me cuentan, y así se mostraron ante la prensa tanto el señor Alfaro y el munícipe: no atacando, no amenazando, sino que incluso, queriendo simpatizar con la acción para detener las denuncias en su contra”, refiere.

Por otra parte, López Casanova asegura que Tomás de Híjar Ornelas, presbítero y cronista de la Arquidiócesis de Guadalajara, utilizó un “tono rabioso y amenazante” en su columna de ayer , publicada en el diario Milenio. En ésta, De Híjar Ornelas plantea que “la obra tuvo un costo para el erario de 400 mil pesos y los jurados que la eligieron, el curador Rubén Méndez Ramos y el arquitecto y escultor José Villaseñor Ramírez, votaron a favor de una maqueta en miniatura donde no aparecían tales inscripciones”.

Sin embargo, para el escultor “las autoridades no han hecho casi nada para solucionar la inseguridad que vive el estado. No se han detenido las desapariciones forzadas de personas, sino que el terror por ser desaparecida o desaparecido crece ante la inacción, complicidad o desdén de las autoridades”, razón que justifica su posterior intervención en el retrato escultórico de Fray Antonio Alcalde.

“No estoy  hablando de las pasadas autoridades estatales, las cuales por supuesto que también son responsables, estoy hablando con claridad de la responsabilidad  del dizque gobierno que quiere “refundar” al  estado. Al señor gobernador que fue también presidente municipal de Tlajomulco y  Guadalajara ¿Se le olvida que en sus pasadas administraciones la violencia y el narcotrafico creció en los territorios administrados por él?”, agrega López Casanova.

El artista responsabiliza también a los gobernantes de Movimiento Ciudadano en Jalisco por la situación de inseguridad en la entidad y asegura que desde que Alfaro Ramírez tomó posesión de su cargo el pasado 6 de diciembre han desaparecido más de 500 personas.

Finalmente, el escultor retó al mandatario estatal a que “si tienen una orden de ‘retención o detención’ apúrenle, pues tengo que irme de vacaciones”, asegurando que “Fray Antonio nos cuestionará  nuestra incapacidad para organizarnos y falta de solidaridad para caminar con las familias que buscan a los suyos”.

Por su parte, De Híjar Ornelas extendió este viernes un escrito al Imdec, en la cual se deslindó de haber empleado términos amenazantes en contra de López Casanova, quien “elude, por otra parte, mi planteamiento puntual: haber recibido del erario 400 mil  pesos a cambio de un trabajo que tuvo a la postre, de parte suya, el deliberado propósito de denigrar a quien le contrató, el gobierno de Jalisco”.

A decir del presbítero el alegato planteado en su columna “no va contra la causa y el contenido de los mensajes que comparto y sufro plenamente. Tampoco contra la calidad estética de la escultura, ni siquiera de su monto, sino por el uso que se le quiere dar en un ámbito que se concibió para un uso distinto al que se pactó, que fueron: ‘preservar la imagen histórica del benemérito … y exaltar las virtudes humanas trascendentales que lo hacen merecedor al reconocimiento social, por medio del arte y en particular por medio de las artes plásticas como código de expresión y comunicación'”.

“Lo que el señor López Casanova desconoce, es que yo mismo fui consultado para opinar (no como jurado, sólo como conocedor del tema) acerca de la fidelidad del retrato de acuerdo a los coetáneos que sí tenemos de fray Antonio, y di mi voto a favor de su obra, pero sin tener a la vista las frases ocultas ni la intensión que debajo de ellas puede haber con propósitos ajenos a la justicia”, agrega la respuesta al artista.

“Si esa escultura, con esas inscripciones, se hubiera financiado y aún instalado en un espacio público sin dolo del convenio ni uso propagandístico doloso para su creador y sí con el propósito de exhibir esa llaga monstruosa que engulle al Estado de derecho, como lo señala mi columna, nadie podría decir ‘esta boca es mía'”, explica el también abogado.

“Pero si a cambio de casi medio millón de pesos de fondos públicos se ‘encriptan’ mensajes que desnaturalizan el contrato, eso hasta podría considerarse materia para otros ámbitos legales”, agrega.

Y puntualiza: “Lamento haber herido la exquisita susceptibilidad de quien consideró rabiosa y amenazante mi opinión, pero también le pido congruencia en torno a responsabilidades que más bien enredan que destraban la participación democrática”.

 

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