9 de diciembre de 2021.- Miguel Ángel Félix Gallardo, señalado como “El jefe de jefes”, uno de los narcotraficantes más conocidos en Jalisco y el país, promotor del cártel Guadalajara en los 80’s, podría terminar su sentencia en resguardo domiciliario, como lo había solicitado su familia, debido al deterioro de su salud.

El director del Sistema de Prevención y Reinserción Social, Antonio Pérez Juárez, señaló sin embargo que un juez tendrá la última palabra.

“Si nos enfocamos técnicamente a su evolución como persona privada de la libertad, aunado a las enfermedades irreversibles como la pérdida de un ojo, la pérdida de un oído, aspectos gastrointestinales en estricto apego a derecho, él debería estar en un resguardo domiciliario”.

La dirección del Sistema de Prevención y Reinserción Social (DIGPRES) deberá emitir un informe completo, sobre cuál ha sido el comportamiento y desarrollo del interno en el penal de Puente Grande, donde lleva más de 30 años.

Por lo pronto, la presidencia de la República y la Comisión Nacional de Derechos Humanos, ya realizaron visitas a Félix Gallardo, por lo que podría solicitarse el cambio.

“Es una persona que se ha conducido con respeto al interior del centro y creemos que por su edad y por su enfermedad tiene todo el derecho de tener una reclusión domiciliaria”, dijo el titular del DIGPRES.

Quién es Félix Gallardo

Miguel Ángel Félix Gallardo es de Culiacán, Sinaloa, sin embargo, llegó a desempeñarse como Policía Judicial Federal en México, para después inmiscuirse en el tráfico de drogas y ser llamado el “Jefe de jefes”.

Junto con Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carillo, alias “Don Neto”, fundaron el Cártel Guadalajara, encargado de pasar –en un principio- droga y opio al vecino país de Estados Unidos y después dedicarse al tráfico de cocaína.

Acusado de ser el fundador del Cártel de Guadalajara, y de los asesinatos del agente de la DEA, Enrique Camarera Salazar y del piloto Alfredo Zavala Avelar, él fue detenido en abril de 1989 y sentenciado a 37 años de prisión por homicidio calificado.

Ya pagó 2.8 millones de pesos como reparación del daño y le quedan cinco años para cumplir su sentencia, y debido a que padece varias enfermedades, podría salir para cumplir su condena en su domicilio.