Idilio peruano y la realidad del retorno

Más que un juego

Criterios
El deporte mexicano permanece aún sin la influencia de la “cuarta transformación”, pero exitoso.
En medio de la gran actuación de los atletas mexicanos en los Juegos Panamericanos, están las reformas y ajustes pendientes al sistema deportivo nacional que pese a sus grandes bemoles entrega resultados históricos en Lima.
Perú ha sido una tierra bendita para el deporte mexicano, primero en 2005 en el campeonato mundial Sub-17 de la FIFA, le dio al país su primer título en eventos de esta naturaleza y ahora en los Panamericanos, una actuación histórica fuera del país, e incluso con más preseas totales que en la edición Guadalajara 2011.
Al abrigo del resultado, 136 medallas ─de las cuales 37 fueron de oro─, no es conveniente olvidar que la actual administración federal y Ana Gabriela Guevara, titular de la Comisión Nacional del Deporte (Conade), aún están en deuda y bajo el escrutinio público de una mejora en las condiciones, becas e impulso al talento deportivo del país, que llegó a la capital peruana dividida y poco apoyada.
Las 37 preseas doradas obtenidas, así como las de plata (36) y bronce (63), les han garantizado a sus ganadores el contar con un apoyo económico mensual; sin embargo, el verdadero logro será ver cómo se estructuran las becas, los estímulos y en general la distribución de los recursos que no les han llegado de manera fluida a los atleta para su preparación.
Ya que más allá de las acusaciones de la titular de la Conade sobre el “huachicoleo” deportivo y del desvío de recursos, además de su conservador pronóstico de 19 metales de oro, también están la serie de irregularidades dentro de su equipo de trabajo con aparentes malos manejos del dinero.
La garantía de apoyo después de los logros asciende a 222 millones 660 mil pesos, pero se espera que al final la reestructura del deporte mexicano cambie y se eficienticen los procesos y el atleta de verdad se sienta arropado por su sistema político, más allá del negocio, corrupción y foto.
El mérito sigue estando en los atletas, sus familias y en algunos casos como el estado por el que compiten en la Olimpiada Nacional. Mucho tendrá que aprender la Conade y su dirigencia nacional de modelos estatales como el de Jalisco, que por ejemplo aportó 9 metales dorados y el 28% de las medallas totales de México en Lima 2019.
Veremos pues si está generación de atletas en Lima recibe lo que merece a fin de lograr un mejor resultado en los Olímpicos Tokio 2020, para que no ocurra, pese a su distinta estructura, lo que pasó con la gran mayoría de futbolistas de aquel equipo campeón del mundial Sub-17 en 2005, sobre el césped del territorio inca, pues muchos de ellos tras ese título no lograron consolidar sus carreras deportivas.
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