Inauguran la exposición fotográfica “Joven y anciano Paricutín”, con motivo del 81 aniversario de su nacimiento, en San Juan Viejo Parangaricutiro.

Uruapan, Mich., martes 20 de febrero del 2024.- La exposición fotográfica “Joven y anciano Paricutín” abrió sus puertas el lunes 19 de febrero, en las instalaciones de la Casa de la Cultura; se trata de una muestra que destaca la conexión única entre el volcán Paricutín y las comunidades purépechas.

La exposición está compuesta por obras de los fotógrafos Raúl García, Alfonso Silva y Alexis Guevara, quienes capturan la esencia del volcán Paricutín desde una perspectiva que va más allá de la simple contemplación visual. “Al otro lado de”, el nombre purépecha del volcán, cobra vida a través de las lentes de estos jóvenes artistas que buscan resaltar la relación profunda entre el coloso y las comunidades locales.

“Joven y anciano Paricutín” no sólo invita a los visitantes a sumergirse en la historia, la belleza y la fuerza del volcán, sino que también destaca la importancia de preservar y apreciar este fenómeno natural desde la perspectiva del ecoturismo.

Las imágenes exhibidas celebran la vitalidad del Paricutín en su 81 aniversario, recordando a todos que, a pesar de su juventud, este volcán tiene una historia rica y fascinante que merece ser contada y apreciada por las generaciones actuales y venideras. La exposición permanecerá abierta al público en Casa de la Cultura hasta el 1 de marzo.

El Paricutín (en purépecha Parhíkutini, ‘lugar al otro lado’) es un volcán inactivo situado en el estado de Michoacán, México, entre el ex poblado de San Juan Parangaricutiro (actualmente Nuevo San Juan Parangaricutiro) y el poblado de Angahuan. Surgido el 20 de febrero de 1943 a las 4 de la tarde, en su momento ostentó el título del volcán más joven del mundo.

Historia
El día 20 de febrero de 1943, Dionisio Pulido, un campesino, se encontraba trabajando la tierra en las cercanías del pueblo Parangaricutiro, cuando de pronto el suelo empezó a temblar, se abrió la tierra y empezó a emanar un vapor muy espeso, a sonar muy fuerte y a volar piedras. Muy asustado, el señor Pulido avisó al pueblo.

La duración de la actividad de este volcán fue de nueve años, 11 días y 10 horas. La lava recorrió unos 10 kilómetros. No hubo víctimas humanas, dado que hubo suficiente tiempo para desalojar a toda la población.

El volcán solo sepultó dos poblados: Paricutín y San Juan Parangaricutiro (Parhikutini y Parangarikutirhu en purépecha). El primero quedó totalmente borrado del mapa. Muy cerca de él se encuentra ahora el cráter del volcán.

Del segundo pueblo solo es visible parte de la iglesia, sepultada por la lava, al igual que el resto del pueblo, excepto por la torre izquierda del frente (la torre derecha aparentemente cayó pero lo cierto es que estaba en construcción en el momento de empezar el fenómeno) así como el ábside, junto con el altar.

Este volcán monogenético, es decir, que nace una sola vez y tiene una corta erupción que puede durar desde meses hasta varios años, marcó un acontecimiento histórico y significativo en la vulcanología tanto en México como a nivel mundial. Esto debido a que el volcán sirvió como un modelo de estudio para futuras erupciones y permitió a los científicos comprender mejor los procesos volcánicos.

La aparición geológica del Volcán Paricutín en la Meseta Purépecha, durante el mes de febrero de 1943 se llevó a cabo en el corazón de una de las culturas prehispánicas mas importantes de Mesoamérica.

Por esta sola razón, este suceso no podía solo representar el advenimiento de un fenómeno natural mas. En efecto, el aviso del nacimiento de un volcán en territorio michoacano fue una noticia que sacudió a todo el mundo, ya que por primera vez en la historia universal se anunciaba la posibilidad real de ver nacer un volcán, es decir de ver nacer una montaña.

Ante tal noticia, un gran número de geocientíficos de todo el mundo, artistas y la presencia de todos los medios de comunicación disponibles en esa época se dieron cita en el Corredor purépecha plagado de volcanes, de modo que pudieron ver nacer uno más y también pudieron ver la destrucción y el éxodo de los pueblos indígenas dueños del volcán y posteriormente dueños de nada.

Con un detalle sin precedente, la crónica de los acontecimientos fue realizada por numerosos periodistas y especialistas. Otros motivos y aspectos también fueron expuestos por una gran desbandada de visitantes que desde entonces han llegado y siguen llegando año con año al estado de Michoacán para ver este fenómeno.

No es sorpresivo entonces y pocos lo saben que, el Paricutín fuese llamado en esa época la Maravilla de América; del mismo modo, muchos no saben o permanecen incrédulos al saber que, en diferentes listados.