José Díaz Betancourt
Viernes 31 de marzo de 2023.- Así como algunos especialistas afirman en forma contundente que vamos tarde para salvar al planeta tierra de los efectos del cambio climático y aseguran que sólo quedan tres años para poder revertir esa tragedia ambiental, podríamos decir que a esta administración le quedan algo así como 19 meses para limpiar el Río Santiago, antes llamado Río Grande, y cumplir con su ambiciosa promesa de campaña.
En forma muy retórica el discurso neoyorkino del comienzo de la salvación del Río Grande de Santiago donde se afirma que ya se llegó al 75 por ciento de su rescate es muy fácil de revertir, las comunidades, ciudades medias y todas las localidades de la cuenca pueden acumular cientos de pruebas de lo contrario.
Y más allá de esos territorios, las locaciones del vecino estado de Nayarit atestiguan una peligrosa contaminación de las presas La Yesca, Aguamilpa y Cajón, solo por mencionar tres embalses importantes de esa entidad tras recibir las aguas contaminadas de la Ciudad de Guadalajara.
Los ríos Tajo, Támesis o Sena tardaron un promedio de 25 años para su saneamiento integral con inversiones cuantiosas y acciones determinantes para limpiar sus aguas, no hay ninguna prueba de que se hubieran limpiado con discursos en Nueva York.
Pilón
Son varias decenas de millones de pesos los que, suscriptores de televisión restringida en el área metropolitana, habrían abonado en los últimos años a las empresas como para ahora ampararse contra el retiro de las telarañas de cables y su respectivo peligro en que han convertido el espacio aéreo de calles y avenidas de Guadalajara.