La insoportable levedad del poder

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Puntos y Contrapuntos

Criterios

 

El poder es un bien –o una maldición– meramente circunstancial, veleidoso, frágil, atado a los esquivos vaivenes de la fortuna, determinado por el carácter, la inteligencia y la madurez de las personas.

En la política y en la vida pública, las circunstancias que determinan el poder y el ascenso de los poderosos circunstanciales suelen cambiar con sorprendente rapidez, a veces en cuestión de horas, en ocasiones en apenas unos días.

En nuestros tiempos, atrapados por las urgencias y el frenesí de las redes sociales, de la comunicación de masas personalizada y de la conectividad perpetua, el poder puede esfumarse en segundos, en el efecto viral de un modesto mensaje soltado en las redes, como una botella lanzada al infinito océano y de la que jamás podríamos imaginar su destino final.

La política tiene profundas coincidencias con la pirotecnia, pues con la misma rapidez, intensidad y espectacularidad con la que ascienden, explotan y nos deslumbran los fuegos de artificio, con igual fugacidad puede extinguirse el poder, la fama y los vanos afanes de trascendencia de algunos poderosos circunstanciales.

Muchos políticos han experimentado, en muy dramáticas y diferentes circunstancias, la insoportable liviandad del poder, al influjo de una fatal maldición: a los inteligentes los vuelve tontos, y a los tontos, locos.

 

LOS UNOS

 

Cuando Alberto Cárdenas Jiménez llegó a la gubernatura de Jalisco en los comicios del domingo 12 de febrero de 1995, le acompañaron en los principales cargos públicos, en una armoniosa sociedad política, destacados integrantes y poderosos socios del llamado Grupo Zapopan y de la corriente neopanista vinculada al grupo Desarrollo Humano Integral, A. C. (DHIAC).

Formaban su círculo más compacto su secretario general de Gobierno, Raúl Octavio Espinoza Martínez; su secretario particular, Fernando Garza Martínez; el nuevo alcalde de Guadalajara, César Coll Carabias; el flamante presidente municipal de Zapopan, Daniel Ituarte Reynaud y el diputado local Fernando Antonio Guzmán Pérez Peláez.

Raúl Octavio fue quien impulsó la candidatura de Alberto rumbo a la gubernatura y el artífice de su triunfo en la contienda interna, en la que derrotó al senador Gabriel Jiménez Remus. Fue el más poderoso colaborador de Cárdenas Jiménez entre el 1 de marzo de 1995 y el 28 de febrero de 1998.

Tuvo muchos enemigos, unos bien ganados y otros gratuitos. Fue estigmatizado y vetado para contender por algunas candidaturas, sin que se le hubiese sometido formalmente a algún juicio partidista en el que se le señalaran las culpas que se le atribuyeron.

Fue también acusado de tener amistades peligrosas y poco recomendables, presuntamente vinculadas a la delincuencia organizada. Nadie formuló denuncia ante la autoridad correspondiente.¿

Defenestrado del gobierno de Cárdenas Jiménez, a Espinoza Martínez todavía le alcanzó para disputar la candidatura para la gubernatura de Jalisco en 2000, cuando perdió la contienda interna con Francisco Javier Ramírez Acuña.

En la Secretaría General le relevó Guzmán Pérez Peláez el 25 de febrero de 1998, y el 11 de agosto del 2000 Fernando Antonio fue postulado candidato a diputado plurinominal para el Congreso de Jalisco. Años después, en los comicios locales del 2012, Guzmán Pérez Peláez fue candidato a la gubernatura de Jalisco y perdió con el priista Jorge Aristóteles Sandoval Díaz.

 

LOS OTROS

 

El domingo 12 de noviembre del 2000 llegó el panista Francisco Javier Ramírez Acuña a la gubernatura de Jalisco (periodo 2001-2007). Llevó a su equipo compacto a jóvenes políticos como Jorge Alberto Salinas Osornio, su secretario particular, y a Eduardo Rosales Castellanos, titular del Comité de Planeación para el Desarrollo.

También le acompañaron sus amigos cercanos Abraham Kunio González Uyeda, secretario de Administración y de Promoción Económica; Héctor Pérez Plazola, secretario general de Gobierno; Gerardo Octavio Solís Gómez, procurador del Estado, luego secretario general de Gobierno y finalmente gobernador sustituto (2006-2007), así como a Ignacio Novoa López, en Finanzas.

Jorge Alberto era el proyecto político más importante, el más cuidado y el más protegido por Ramírez Acuña. Era el joven político más poderoso de la entidad. Salinas Osornio fue diputado local en el Congreso de Jalisco para el periodo 2007-2010, aunque pidió licencia para disputar la presidencia municipal de Guadalajara en 2009, cuando perdió con el priista Sandoval Díaz.

Su paso por el congreso local fue muy accidentado. El abogado Gabriel Valencia López presentó el viernes 30 de julio del 2010 denuncia contra los integrantes de la Junta de Coordinación Política de la 58 Legislatura, a quienes acusó de enriquecimiento ilícito.

Los involucrados eran los diputados Salinas Osornio, del PAN; Juan Carlos Castellanos Casillas, del PRI; Samuel Romero Valle, del PRD; Alfredo Zárate Mendoza, del PT; Luis Manuel Vélez Fregoso, del Partido Verde, y Juan Óscar Díaz Medina, de Nueva Alianza, publicó Mural el 7 de agosto del 2010.

Se les acusó de recibir depósitos extraordinarios de dinero en cuentas personales durante el 2007. La denuncia, recibida en el área de Visitaduría de la Procuraduría General de Justicia del Estado, exponía que durante el 2007 el coordinador del PAN, Jorge Alberto Salinas Osornio, recibió depósitos por 8 millones 318 mil pesos; el del PRD, Samuel Romero Valle, 4 millones 105 mil pesos, y el del PT, Alfredo Zárate, 2 millones 598 mil pesos.

Además, el entonces coordinador de Nueva Alianza, Juan Oscar Díaz, recibió depósitos por 3 millones 200 mil pesos y el del Partido Verde, Luis Manuel Vélez, también 3 millones 200 mil pesos.

Mural, por su parte, obtuvo información adicional a través de una solicitud de transparencia, relativa a los depósitos durante 2008 a los mismos exdiputados, incluido también el coordinador del PRI. Dicha información reveló que los seis excoordinadores y el diputado José García, entonces tesorero de la fracción del PAN, recibieron 94 millones de pesos en sus cuentas personales.

El martes 20 de septiembre del 2011, el Congreso del Estado presentó denuncia penal contra quien o quienes resultaran responsables por la autorización, refrendo y recepción de pagos presumiblemente indebidos, hechos al auditor superior del Estado, Alonso Godoy Pelayo, por 10.7 millones de pesos entre el 2007 y el 2009.

Reclamos y acusaciones diluyeron la amistad entre Salinas Osornio y Ramírez Acuña. El joven político está en receso desde 2012.

 

LOS TERCEROS

 

El panista Emilio González Márquez ganó la gubernatura de Jalisco el domingo 2 de julio del 2006. Fueron sus dos poderosos brazos (de 2007 a 2013) el coordinador de Innovación Gubernamental, Herbert Taylor Arthur, y el coordinador de Políticas Públicas, Alonso Ulloa Vélez.

Si González Márquez fuera llamado a cuentas por las irregularidades, inconsistencias y presumibles corruptelas detectadas en el balance de las cuentas públicas de su Administración, tendría que acompañarlo en ese trámite Herbert Taylor Arthur.

Herbert dependía del gobernador, pero tenía atribuciones para mandar y decidir por encima de todos los secretarios del gabinete. Era una especie de cogobernador de facto.

Fue tan estrecha la vinculación –afectiva, política y profesional– entre estos personajes, que el lunes 17 de mayo del 2010 Emilio se refirió a su amigo en los siguientes términos: “Por donde pasa, Herbert vive y promueve integridad. Por donde pasa, Herbert consigue resultados. Por donde pasa, Herbert transforma mejorando la realidad, motiva con su ejemplo, promueve instituciones”.

Si Emilio fuera llamado a cuentas, Herbert también podría aportar información con respecto a la nota que publicó el martes 17 de septiembre del 2013 el periódico Mural, en la que se advertía que luego de revisar las cuentas públicas del gobierno de González Márquez de 2007 a 2011, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) determinó que el Ejecutivo estatal panista debería reintegrar a las arcas públicas más de 8 mil 200 millones de pesos que se gastaron de forma irregular.

Con seguridad Taylor Arthur también podría aportar datos interesantes con respecto a las revelaciones que hizo el jueves 17 de octubre del 2013 el contralor de Jalisco, Juan José Bañuelos Guardado, quien informó que la dependencia a su cargo había detectado un probable daño patrimonial a Jalisco por más de 7 mil 573 millones de pesos en el último año del gobierno del panista González Márquez, por lo que preparaba al menos 10 denuncias.

Con la administración de Emilio terminó la carrera de Herbert en la política.

 

TRICOLORES

 

Luego que el priista Sandoval Díaz ganó la gubernatura el 1 de julio de 2012, formaron su grupo compacto Francisco de Jesús Ayón López, en Educación; Ricardo Villanueva Lomelí, en Planeación, Administración y Finanzas; Alberto Lamas Flores, en la Coordinador General de Dependencias Auxiliares, y Salvador Rizo Castelo, en Desarrollo e Integración Social.

Debe estar fresco en su memoria el dato de que el pasado lunes 4 de marzo del 2019 el director general del Instituto de Pensiones del Estado de Jalisco (IPEJAL), Iván Argüelles Sánchez, informó que presentó una denuncia penal en contra de quien o quienes resulten responsables de un presunto daño a esa institución, que ascendería a 603 millones de pesos por la compra de bonos, cuyo valor estaba a la baja, a la empresa española Abengoa, que meses después se declaró en quiebra.

El presidente del Consejo de Administración de Pensiones del Estado durante los seis años del gobierno de Jorge Aristóteles fue Ayón López –quien empezó el sexenio como su mejor amigo–, cuyo poder abarcó también la presidencia del Consejo de Administración del Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado de la Zona Metropolitana de Guadalajara (SIAPA) y, por supuesto, la titularidad de la Secretaría de Educación.

Ayón López podría aportar información para aclarar qué pasó con los 515 millones de pesos invertidos y todavía no recuperados en la Villa Panamericana en 2011; los 89 millones de dólares que IPEJAL destinó para el proyecto turístico de Chalacatepec en la costa de Jalisco, que ascenderían a mil 780 millones de pesos, a un tipo de cambio promedio de 20 pesos por dólar, y con otros mil 600 millones de pesos, en riesgo de no ser recuperados, que se invirtieron en Transportes Marítimos Mexicanos.

Todas esas cuentas siguen pendientes y los expedientes están abierto.

 

ALFARISTAS

 

Enrique Alfaro Ramírez ganó la gubernatura el pasado domingo 1 de julio del 2018, postulado por Movimiento Ciudadano. Su grupo compacto lo integran Hugo Luna Vázquez, jefe de gabinete estatal; Clemente Castañeda Hoeflich, senador de la República y coordinador nacional del partido MC; Ismael del Toro Castro, alcalde de Guadalajara, y Juan Enrique Ibarra Pedroza, secretario general de Gobierno.

El funcionario más poderoso es Luna Vázquez. Afirman cercanos al equipo alfarista que nada se mueve sin que antes lo valide el jefe de gabinete.

Sin embargo, al igual que otros políticos de gran poder, su llegada al cargo actual no ha estado exenta de accidentes.

Cuando era jefe de gabinete en el gobierno municipal de Guadalajara (2015-2018), Hugo Luna Vázquez perdió respetabilidad y autoridad para representar al gobierno tapatío que encabezaba su amigo Enrique, luego de que fueron exhibidas sus miserias y debilidades en una grabación que fue ampliamente difundida el miércoles 17 de febrero del 2016, en la que sobresalía una actitud procaz y prepotente en su negociación con el dirigente de comerciantes del renovado mercado Corona, Luciano González Hernández.

Hugo exhibió al alcalde, su amigo Enrique, al dibujarlo como alguien capaz de ejercer en forma desconsiderada y salvaje el poder, para infundir miedo a quienes en el ámbito público pudieran tener una visión diferente, como sería el caso de los magistrados del Tribunal Administrativo, a quienes, dijo, Alfaro Ramírez podría darles un manotazo en la mesa.

“Enrique (Alfaro) trae la capacidad de hacer un pinche manotazo al TAE, cabrón, o a quien sea, y tiemblan, cabrón. Me andan buscando a mí los magistrados pidiendo esquina”, se escuchó decir a Luna Vázquez en la grabación referida, publicó Mural el 19 de febrero del 2016.

Otro asunto que involucró a Luna Vázquez y que no ha sido aclarado hasta la fecha es quién fue el responsable de etiquetar 6.3 millones de pesos del presupuesto federal para financiar, en Puerto Vallarta en 2013, un espectáculo llamado Fandango, que operaría como negocio particular de Sergio Kurt Schmidt Sandoval.

Habría que recordar que a ese gasto se opuso el regidor vallartense Humberto Gómez Arévalo, quien está desaparecido desde enero del 2015, caso por el cual se investigó a Sergio Kurt, quien fue detenido por agente de la Procuraduría General de la República el jueves 18 de agosto del 2016 por estar presumiblemente vinculado al crimen organizado, al tráfico de drogas, a los negocios inmobiliarios al amparo de influencias políticas, a los negocios en reclusorios, al control de las cárceles y al financiamiento de carreras políticas.

Luna Vázquez, jefe de gabinete del Ayuntamiento de Guadalajara, fue señalado por la entonces regidora vallartense Susana Mendoza Carreño de haberla presionado para que aprobara el negocio de Fandango, que beneficiaba a Schmidt Sandoval. Era alcalde de Puerto Vallarta (2013-2015) Ramón Demetrio Guerrero Martínez, también conocido con el alias de “El Mochilas”, publicó Mural el 23 de agosto del 2016.

Luna Vázquez está actualmente en la cumbre del poder, en la parte alta de la rueda de la fortuna. En todas las decisiones importantes de Alfaro Ramírez, buenas o malas, señalan su presencia. ¿Por cuánto tiempo más?

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