La semana anterior nos sorprendió con eventos de manteles largos. Hubo desfile, hubo Celac, hubo ruido internacional. Pero todo eso ya quedó atrás. Esta semana parecía que no habría notas de relieve, pero nos llegó. Y los opinócratas nos pusimos felices con ello, aunque se haya tardado la nota. La primera parte nos vino de que la FGR dio a conocer que abrió una carpeta de investigación en contra de 31 intelectuales exquisitos, de los que se arropan en el Conacyt. Ya desató tal hecho furias e iras contenidas y ya traen en jabón a los personajes denunciados. No le daremos más cuerda, aunque resulte interesante y novedoso, porque se trata de un asunto nacional y apenas está asomando la punta de su escándalo. Vino a darle el toque ruidoso el tuit de uno de los perfumados de tal esfera, de nombre Aldo, que se dirigió a doña Beatriz Gutiérrez Müller, la esposa de AMLO, con muy malas tinturas, hasta vulgares y de corte soez. Tanto que el propio peje hizo pública en su tribuna mañanera el tal comunicado. Veremos para los próximos días cómo evoluciona el caso y si amerite darle seguimiento.
Como nosotros le buscamos el filón a los asuntos propios, los locales, nuestra bendita y sacrosanta, o tal vez sea mejor llamarle bicentenaria y benemérita, universidad estatal trepó a los escenarios profanos de los que poco gusta bajar, para reclamar lo que dijo ser un ataque insidioso, una guerra sucia en su contra, sostenida en redes sociales. Fue el mensaje central y casi literal expuesto en una rueda de prensa convocada para dicho fin. Armando Zacarías, quien funje actualmente como jefe del departamento de estudios políticos en el CUCSH, salió a dar la cara en este evento. Le acompañó en la mesa de las denuncias Laura Morales, presentada como secretaria general de comunicación social de dicha casa de estudios.
Sin darle más vueltas al asunto dijeron que desde los meses de febrero o marzo tienen registrada una campaña de ataques, sostenida por bots y hackers, en contra de la universidad. Dijo la señora que se tienen detectados por lo menos siete sitios dedicados a dicha tarea infame, entre los que destacó a Fisgón Político, Grillando e Ineptocracia. Que podían señalarse hasta 62 publicaciones en contra, de las cuales 18 son pautadas. Hablaron de siete videos negativos, cinco de los cuales fueron publicidad pagada.
Lo que más resalta de esta denuncia viene a ser la asociación hecha de estos sitios con su filiación política ya descubierta. Son medios, se dijo, desde los que se realiza propaganda a favor del partido Movimiento Ciudadano y en contra del partido Morena. Para concluir, Zacarías aseguró que la universidad no responderá a los ataques, pues “se considera como un linchamiento digital que sólo busca posicionar temas negativos en contra de la casa de estudios para dañar su imagen… La UdeG se mantiene abierta para generar diálogo a través de sus canales oficiales”.
Para cerrar, la señora Laura pontificó diciendo que “la comunicación institucional de la UdeG se ha llevado bajo una política de transparencia con absoluto respeto a la libertad de expresión, sin empleo de perfiles falsos ni de fake news. Por principios éticos, pese a los ataques, la UdeG no utiliza, ni utilizará, ni invertirá recursos públicos en guerra sucia, bots o canales no oficiales, para ensuciar un debate que debía librarse con argumentos sólidos, en lugar de la repetición de mentiras”, y así todo lo demás.
Resulta más que extraño que nuestra sacrosanta universidad estatal salte al ruedo para enarbolar este tipo de denuncias, pero que no convoque a su fuerza endógena a ponerle fin a tales campañas. Su fuerza, que llamamos endógena por no llamarle manipulable, es el alumnado juvenil y su jolgorio. No está disponible por lo pronto, pues no hay clases presenciales. Y al estar vacías las aulas, le resulta complicado tanto a los rectores como a sus dizque líderes estudiantiles el sacar a sus huestes a manifestarse ruidosamente por las calles, que es el esquema operativo acostumbrado.
Haría muy bien nuestra benemérita casa de estudios en armar, como paralelos a estas denuncias, unos ejercicios serios de autocrítica de la que siempre se mantiene alejada. O por lo menos lo afirmamos aquí en cuanto se refiere a la conducta de su esfera oficial. Habría que meter al cedazo del análisis por ejemplo la disparidad de los repartos salariales que eroga por un lado para su ‘burguesía dorada’, que es su burocracia, y la pobrería extensa de sus profesores de asignatura. De tales asimetrías nunca ha querido tomar el toro por los cuernos. Y vaya que es una dificultad seria.
¿Cómo se admiran de que la gente que anda en el gobierno enfoque sus baterías en su contra, cuando los cabecillas de los ‘claustros’ son personajes con los que han andado del codo en otras jornadas? ¿Qué Tonatiuh, Mara, exrectores de la UdeG, antes de esta gresca no eran diputados también por el partido MC? ¿Qué acaso el propio Villanueva, ahora rector general, no contendió contra el Alfaro del MC, enarbolando la bandera del PRI? ¿Son pues o no ambos equipos, ahora detractores, coyotes de la misma loma? ¿Arrogarse como togados y representantes impolutos de nuestra máxima casa de estudios, les lava acaso su persistente cara de hereje? ¡Más seriedad, por favor. No abusen de la buena fe del respetable!
Exhibe UdeG ataques en redes sociales tras encontronazo con Alfaro