Guadalajara, Jalisco.-Con 71 años de edad, de los cuales laboró 35 años en el hospital Valentín Gómez Farías, que pertenece al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), el médico Benjamín Muñoz fue despedido ─junto otros tres trabajadores de base─ tras denunciar ante directivos diversas irregularidades que pusieron en riesgo la vida de pacientes.
En entrevista exclusiva con Partidero, recordó las anomalías ─algunas de las cuales fueron publicadas por éste medio de comunicación─ y el hostigamiento del cual ha sido víctima durante su proceso legal. Dicha situación, además de derivar en su cese, lo llevó a padecer depresión.
“Estamos acusados de ejercicio ilícito del servicio público”, explicó.
De las varias notas informativas sobre el desorden en el hospital Gómez Farías, la reportera publicó el 25 de junio pasado, que un apagón de energía eléctrica ─ocurrido cuatro días antes en dicho hospital─ provocó el fallecimiento de un paciente intubado a consecuencia del Covid-19. La falta de suministro de energía eléctrica duró más de cuatro horas y la sustituta nunca entró en funcionamiento.
El doctor Muñoz, quien se desempeñaba como jefe de servicio de radiología, dijo que el año pasado también fallecieron dos bebés recién nacidos a consecuencia de las mismas fallas en el nosocomio. Además, un paciente que recibía terapia en la alberca de rehabilitación se electrocutó, y “por fortuna no falleció”.
Antes de que todas las inconsistencias se hicieran públicas, el médico hizo del conocimiento de la directora, Miriam Rubio Robles, los problemas en el Gómez Farías: por ejemplo, un drenaje en uno de los patios del hospital se había convertido foco de contaminación, “luego, también reportamos otro drenaje que le salpicó a un cirujano en los quirófanos y la directora quedó de remover al jefe de mantenimiento, era un inepto y lo sostenían en su puesto”.
El doctor Benjamín Muñoz es secretario general en Jalisco del Sindicato Auténtico y Democrático de los trabajadores del ISSSTE, organismo que tiene registro en 17 estados, en la entidad jalisciense se conformó el año pasado para tratar de hacer contrapeso al mayoritario Sindicato Nacional de los Trabajadores del ISSSTE.
Los miembros del nuevo sindicato hacían señalamientos puntuales para beneficio de empleados y pacientes, “no encontrábamos respuesta por parte de la directora, entonces optaos por declarar ante la prensa, y lo hicimos después de que los medios dieron a conocer la noticia del apagón de la planta eléctrica”.
“Ustedes (Partidero) fueron los primeros en dar la noticia” y después llegaron al hospital otros medios”.
Las cuatro personas cesadas no habían informado nada a los representantes de los medios de comunicación, lo hicieron por primera vez, el 25 de junio en la banqueta de la entrada principal del hospital, cuando la noticia era pública y seguían sin respuesta por parte de la dirección.
Después de ese hecho, les levantaron un acta con la siguiente condición: si guardaban silencio sería archivada y nada pasaría, “pero yo lo que quería era un cambio de raíz”.
-¿Despidieron al jefe de mantenimiento?
─Sí, 15 días después, era una persona que causaba muchos conflictos. Nosotros queríamos colaborar, las denuncias no eran para desprestigiar a la institución. Yo tengo 35 años ahí trabajando, comprometidísimo con la institución, pero no con la dirección actual, porque nos persigue. Ya declaramos cuatro personas, estamos acusadas de ejercicio ilícito del servicio público, ¡caray!, yo me pregunto: eso no es lo que hicieron las autoridades, ¡son los funcionarios quienes cometieron abuso de poder y no los trabajadores!. Ilegal e injustamente, yo estoy despedido.
─¿Cuándo lo despidieron a usted?
Me dejaron de pagar desde el 1 de agosto, pero no me entregaban ni un papel, hasta un mes después me entregaron el documento, todo lo hicieron a escondidas para fincarme responsabilidades de manera arbitraria e ilegalmente.
─¿Quién le dio aviso?
─Vinieron personas de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje a traerme el documento, pero tenían más de un mes con el documento, pero es ilegal que le dejen de pagar a uno y que no avisen. Primero tuvo que haber un acta administrativa, después la denuncia y luego dejar de pagar, todo es una arbitrariedad.
-¿Quiénes son sus otros tres compañeros cesados?
─Los ingenieros del área de mantenimiento Juan Antonio Romero y Gabriel Carramán Castañeda, el otro es abogado que nada tiene que ver en el asunto.
-¿Se sigue presentando al ISSSTE?
─No, ya no. Además déjeme decirle otra cosa, yo por mi edad, tengo 71 años, estoy en resguardo domiciliario por decreto presidencial (por la epidemia de Covid-19), y tengo un amparo en donde se me otorga la suspensión definitiva para que no se me levanten un acta, y con todo y eso me despiden, son muchos agravantes .
─¿Qué sigue doctor? ¿Qué van a hacer ustedes?
─Pues como yo no tengo ni un centavo, no tengo acceso a la justicia, me defiende una abogada de oficio, los demás compañeros creo que traen a un abogado para contestar la denuncia.
─¿Qué le aconseja su abogada?
─La abogada de la Fiscalía me dice que se trata de una cuestión política o sindical, que es una represalia por parte de la directora, que no tiene fundamentos, no hay materia del delito, que no encuentran en donde cuadrarlo para el perfil que tenemos como trabajadores de base. Nos acusan de que dimos a conocer información reservada, pues ya no era reservada, ustedes los medios publicaron todo antes de que nosotros habláramos y además no reúne los requisitos de información reservada. Yo soy médico, pero me puse a investigar qué es eso de información reservada.
─Cuando usted y sus compañeros declaran ante los medios de comunicación, hablaron de lo que pasó y querían evitar más muertes de pacientes.
─Exactamente, pero es el abuso de poder y quieren voltearle a uno todo, el aparato burocrático de una institución, todos los dineros, todas las relaciones y todo contra nosotros.
─Con todo esto que está viviendo, ¿Cómo se siente usted, doctor?
─Pues muy decepcionado…he tenido episodios de depresión.
El doctor Muñoz hace una pausa y su voz disminuye.
─Lo siento mucho doctor, ¿se está atendiendo?
Sí ─se le quiebra la voz─.
En ese momento, la reportera le reitera al médico que lamentaba mucho por lo que estaba pasando; “le agradezco infinitamente ésta entrevista y que me de voz”, expresó el médico.
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