Filosofando: Notas infaustas de la semana

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Juan M. Negrete

04 de juno de 2022.- Dice un refrán que mal empieza la semana para el que ahorcan en lunes. Con la que concluye aplicamos su visión pesimista casi al pie de la letra. En el ámbito internacional el conflicto armado entre Ucrania y Rusia cumple ya cien días y no tiene visos de que se le meta un freno razonable. Todas las guerras son una cruda manifestación de nuestra sevicia y estulticia. Con ésta se confirma lo dicho. Saber que las escaramuzas y confrontaciones armadas continúan por allá, no es mala sino pésima noticia.

Viniendo a la cercanía del terruño, en entregas anteriores reportábamos como interesante que AMLO elevara la propuesta de no excluir a ningún país del continente para la tal cumbre. Los vecinos gringos dijeron que cerrarían la puerta a Cuba, a Venezuela y a Nicaragua, Obrador espetó que bajo tales condiciones no estaba dispuesto a asistir personalmente. No estaba dispuesta a avalar las exclusiones.

Se dijo primero que en una semana habría respuesta oficial. Pasó el lapso marcado. No hubo boletín que ratificara o rectificara la ocurrencia gringa. Obrador tampoco podía pronunciarse de manera definitiva. Jugándole al tío Lolo, se han ido pasando los días y nuestros vecinos no dan una respuesta definitiva a la propuesta de Obrador. Es increíble que a escasas cuarenta y ocho horas del arranque de los trabajos de dicha convención, los anfitriones no definan. Dijo el embajador gringo aquí en México que aún no saben si excluirán o invitarán a los signados. De no creerse tamaña indefinición.

A Obrador lo acuestan en su cama, porque de que le encanta jugar a las canicas, que ni qué. Dijo que resulta más que sencillo tomar un avioncito de cualquier parte del país en el que se encuentre, para llegar en bien poquito tiempo a dicha frontera nuestra. Y de ahí trasladarse en carro a Los Ángeles, es pan comido. O sea que la tiene fácil de hacer si es que le dé la gana en el último minuto de asistir. Pero la condición central, que hizo suficiente ruido, sigue en pie y habrá que atenerse a lo dicho.

Bueno, eso de atenerse a lo dicho y darle el valor que tiene a la palabra dada, es una virtud que se practica cada vez menos. Si Obrador asiste, porque dicen que dijo Biden, que le resulta imprescindible y hasta necesaria la presencia del presidente mexicano, pero queden al final excluidos los países señalados ¿Cómo habrá que tomar la declaración previa y sólida de AMLO? ¿Habría que cotejar el dato como mera puntada, como un gracejo, como una salida de mero cotorreo? ¿O acaso ya le avisaron los anfitriones que siempre sí van a dar su brazo a torcer con su bravata original y accederán de último minuto a que acudan los excluidos? ¿Pero corregirán con la suficiente tardanza como para que se note que la ausencia de los tres señalados se debe a imprevisiones y malos entendidos de esos países y no a la irresponsabilidad o informalidad de un anfitrión, en el que ya no se puede confiar?

Las indefiniciones suelen ser moneda corriente no sólo en el mundo de la política, sino en cualquiera de nuestras ocupaciones cotidianas. Pero el esfuerzo por limitar sus malas secuelas es una tarea para la que hay que estar siempre dispuestos. Ya vemos luego que los malos entendidos, si se dejan crecer, derivan en cuadros negros de los cuales casi siempre ya no tienen sentido ni la queja ni el arrepentimiento. Pero en fin. Así estamos.

Para cerrar el panorama negro de lo que reseñamos, nos enteramos apenas que el ingeniero Héctor Guillermo Robles Garnica decidió que los médicos que le cuidaban procedieran con la eutanasia y así cerró el capítulo final de su vida. El ingeniero nació en La Piedad, Mich. en 1937, pero se avecindó en Guadalajara por haberse trasladado para acá a estudiar ciencias químicas. Aquí se graduó y luego se dedicó a las tareas propias de su profesión.

Nunca rompió las ligas con su institutriz, que fue nuestra UdeG. Por el contrario, hasta se convirtió en mentor por un tiempo en la escuela politécnica. Era un personaje distinguido y muy entrañable para sus alumnos, no sólo por la calidad profesional de su trabajo, sino sobre todo por la claridad ideológica con la que exponía sus convicciones políticas. Los de la generación del redactor de estas líneas le conocimos en las tareas subversivas en las que nos vimos envueltos, primero que nada, en la reyerta estudiantil que conocemos como el enfrentamiento del FER (frente estudiantil revolucionario) contra la FEG (federación de estudiantes de Guadalajara).

Robles Garnica se radicalizó junto con muchos otros compañeros de lucha y se dio a la tarea de integrar la LC23S (liga comunista 23 de septiembre). Para su mala fortuna, pronto fue tomado preso y recluido a galeras pero fue liberado. Junto con otros treinta compañeros de la lucha armada, que habían caído en prisión, fungieron como rescate exigido en intercambio de un cónsul gringo. Los guerrilleros fueron trasladados a Cuba, pero parece que tuvieron una mala experiencia en su residencia en la isla de Fidel Castro. Él pasó a España y, salvo esporádicas visitas a su país de origen, ya no regresó. Allá se quedó y concluyó sus días de la manera como lo reseñamos antes.

A su canilla le debemos dos textos valiosos, en los que asienta su experiencia política. Uno es La guerrilla olvidada, que conoció tres ediciones. El otro lo publicó la editorial La casa del mago en 2013. Se titula: El decreto cañero, editado en el año 2000 por Vocesdepapel. Descanse en paz nuestro buen amigo guerrillero Héctor Guillermo Robles Garnica.

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