Gasolina, redes sociales y su efecto político: Opinión de Gilberto Uribe

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Gilberto Uribe, lector de Partidero, nos envía la siguiente opinión, que por lo interesante me permito compartir con los lectores del portal:

Nuestro Presidente ha actuado acorde a sus promesas de campaña de acabar con el flagelo de la corrupción;  limpiando de corruptos, como se limpian las escaleras de arriba para abajo y bajo esa estrategia le ha  entrado de frente y con todo al combate al robo de combustibles, el huachicol como se le conoce popularmente, hasta aquí todo bien cuenta, con visto bueno de la población en general, no podría ser de otra manera, puesto que una postura diferente nos haría ver como mezquinos….pero los peros inician cuando uno se pone analizar la forma y los tiempos, indudablemente, que esta es una buena intención de AMLO, pero de buenas intenciones está empedrado el camino al infierno reza el dicho popular.

Hay muchas preguntas y pocas respuestas y aquí es en donde la gente se cuestiona:

¿Porqué seleccionó el inicio de año para emprender esta batalla crucial?

Los especialistas lo han hecho saber, que navidad, año nuevo, semana santa son fechas críticas para los inventarios de PEMEX pues es cuando más viajan las familias mexicanas, no teníamos reservas ni para un día, aquí es menester aclarar que durante los últimos dos años de Peña Nieto nunca han existido reservas para más de tres días.

Por otro lado si se tomó la decisión de cerrar los ductos, porque éstos parecen queso gruyere por tanto agujero para extraer gasolina y diésel no se implementó un operativo de transporte terrestre eficiente con la participación de la CANACAR  (Cámara Nacional de Autotransporte de Carga) y se limitó a utilizar solo los carros tanque de Pemex controlados por el sindicato petrolero, que es el origen y razón de este robo y agregándole que el número de unidades es claramente insuficiente, cuentan con 2500 vehículos y una transportación de este tamaño requiere un mínimo de 8000 unidades. Este método es 15 veces más costoso, que moverlo por los ductos, si ésto se prolonga habría que preocuparse por la posibilidad de que estos sean trasladados al consumidor final, que somos los ciudadanos.

No pedimos que El Presidente sea perfecto, pero si esperamos que aplique el principio de aquel filósofo Alemán EMMANUEL KANT “El sabio puede cambiar de opinión, el necio no”, porque esa frase de que para atrás, ni para agarrar vuelo, está fuera de lugar y solo refleja su manera unipersonal de gobernar, sin escuchar y descalificando a priori cualquier crítica por constructiva que esta sea. En el amor y en la política las palabras tienen más peso que las cosas, no queremos un presidente tozudo, sino uno que tenga la inteligencia y la voluntad política de escuchar y corregir sus actos de gobierno si se hace necesario, QUE SIGA EN LA LUCHA POR COMBATIR ESTE LASTRE, pero adecue el método de traslado de combustibles a los centros de consumo.

La gasolina igual que las redes sociales son factores de poder y de influencia en el humor de la gente y por lo tanto pueden influir enormemente en el rumbo del país, basta recordar que con las explosiones del 22 de Abril de 1992, la gente irritada decidió votar mayoritariamente por el PAN y echar del Gobierno Estatal al PRI, no teníamos para ese entonces redes sociales, porque de haber existido, el PAN hubiese ganado la Presidencia de la República con Diego Fernández de Ceballos.

AMLO, como figura opositora del sistema político, supo utilizar a su favor las redes sociales, esto y la calamidad del nuevo PRI que no era sino una cofradía de gobernadores, que se dedicaron a vaciar las arcas estatales, fueron un oprobio, no solo para los priistas sino para todos los mexicanos y este mal humor facilita las cosas para darle la confianza a AMLO y su CUARTA TRANSFORMACIÓN con más del 50% de votación, otorgándole mayoría en AMBAS cámaras de Diputados y Senadores, convirtiéndolo en Presidente de México más poderoso de los últimos 50 años.

Lo que se desea es que use este poder para servir a México, que siga en su lucha por desterrar la corrupción, que escuche y respete las críticas constructivas, que sea tolerante, que su estilo personal de gobernar siga igual de sencillo, le viene bien su forma austera de gobernar, que rectifique cuando haya necesidad de ello y que ante todo exija a sus colaboradores buenos resultados, pues un gobierno ineficaz, resulta igualmente dañino que uno corrupto.

 

 

 

 

 

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