Felipe Cobián Rosales
Ahora que el Instituto Nacional Electoral (INE) informó de irregularidades graves en el manejo de recursos financieros en la campaña de Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, le impuso una multa y judicializa el caso al derivarlo a la PGR, veremos cómo actúa ésta y luego cómo entra en acción la Fiscalía Electoral que le dio el paso al registro en la boleta a pesar de maniobras ilegales en la captación de firmas.
De la forma de cómo resuelva esta situación la Fiscalía, se podría hacer una proyección a futuro de lo que ocurrirá al final de la jornada comicial si resulta complicada, en particular por algunos barruntos previsibles de amaños oficiales, y aún fraude, durante y después del primero de julio como temen algunos personajes cercanos al puntero López Obrador.
Si bien, los pronósticos a veces fallan, resulta en teoría muy difícil que haya un fraude cuando la intención del voto favorable a AMLO dobla al resto de los contendientes en casi todas las encuestas.
La más reciente es la publicada este 30 de mayo por Grupo Reforma y le da el 52%; prácticamente inalcanzable en menos de un mes de campaña, sólo que cometiera algún gravísimo error que, a estas alturas no sucederá aunque tanto lo desean, y hasta le echan piedras, sus oponentes.
Es más, ni aunque hubiera hipotéticas declinaciones de dos de los tres restantes contendientes para fortalecer a alguno de ellos. A lo más que pudieran aspirar es acercarse a un empate técnico.
La suma de los posibles votos favorables a Ricardo Anaya, que decreció de 30% a 26% , los de José –Antonio Meade que subió dos puntos, de 17% a 19%, y los de El Bronco que se mantiene con el 3%, es del 48% cuatro puntos abajo del moreno Andrés Manuel, de acuerdo con es ta encuesta.
No obstante, mi desconfianza está en el papel que jugará la Fiscalía Electoral del Poder Judicial de la Federación, por los antecedentes ya citados, incluida la legitimación de firmas de la excandidata Margarita Zavala.
Pero lo que más desconfianza me da del Fepade, es la destitución del fiscal Santiago Nieto, sin haber cometido algún error grave y menos una ilegalidad.
El terror al triunfo de López Obrador en las altas esferas del poder de la política y el dinero es tal que no faltará quién esté dispuesto a jugársela para que en este país sus privilegios sigan intocados.
Lo que sí debe garantizar el candidato de Juntos Haremos Historia, es el disenso, la libertad de opinar y actuar y no molestarse cuando se le critique y no se parangone con Jesucristo: “El que no está conmigo está contra mí”.
De triunfar, como todo lo indica, lo primero que deberá hacer es llamar a la reconciliación y no a la polarización entre clases sociales y políticas que sería el acabose.
También, dar la certeza de que durante los seis años de su gobierno cumpla con su palabra de combatir la corrupción en todas sus manifestaciones y que no imitará a otros gobiernos que cambien leyes a su antojo y se convierta en una especie de Evo Morales que es lo que en el fondo advierten quienes no están del todo con él.