De acuerdo con un comparativo de informes financieros presentados al segundo trimestre de 2018 entre empresas petroleras, la actual administración federal recibió a la petrolera más endeudada del mundo: Petróleos Mexicanos (Pemex).

Dicho comparativo refleja que la deuda de Pemex supera a la brasileña Petrobras, la estadounidense ExxonMobil y la neerlandesa Shell, según datos de Bloomberg y resultados de las empresas.

La deuda de Pemex suma 104 mil 563 millones de dólares y sus activos llegan a 107 mil 713 millones de dólares, es decir, apenas 2 mil 751 millones de dólares por arriba de la deuda. En proporción, la petrolera mexicana debe el 97% de sus activos.

Este es un porcentaje muy alto en comparación con ExxonMobil, la que mejor cotiza en el mercado. Su proporción de deuda frente a sus activos es de 11%. En el caso de Petrobras, su deuda equivale al 41% de sus activos.

Nymia Almeida, vicepresidenta senior para calificaciones corporativas de Moody’s en México, explicó a Reforma que la fuerte carga fiscal, las ineficiencias operativas y los gastos de inversión han sido los principales factores de endeudamiento de la petrolera mexicana, además de la falta de flujo de su capital.

Pese a las modificaciones que se han hecho sobre las transferencias fiscales que hace al gobierno mexicano, éstas todavía son muy altas.

En 2013 llegó a entregar 100% de su utilidad al fisco y actualmente cede alrededor de 70%.

“Es una empresa que está altamente endeudada, ya sea por generación de efectivo, total de reservas o total de activos”, explicó Almeida.

“Genera muy poca utilidad, lleva muchos años con una baja rentabilidad comparado con el tamaño de la deuda que tiene”, agregó.