¿Por qué el temor de la definición?

No hay día que la temática en los medios de comunicación, en las redes sociales, en las sobremesas con familiares y amigos sea el presidente Andrés Manuel López Obrador y su Cuarta Transformación: ora por lo que hace bien o mal; ora por lo que dice en sus mañaneras; ora porque no termina de cumplir sus promesas de campaña; ora porque se la pasa en campaña alentando el voto a Morena; ora porque señala a sus críticos; ora porque dicen que divide a los mexicanos.

Sea como sea, el punto de unión y desunión de la sociedad es el gobierno y la figura de AMLO.

A pesar de ello, de lo evidente de la multiplicidad de voces a favor o en contra del presidente, no deja de llamar la atención que la parte de la sociedad que apoya el proyecto de la 4T se muestra con mayor transparencia frente a las voces críticas; sin embargo, no sucede lo mismo con varias narrativas que escuchamos cotidianamente contra AMLO, pero que se decantan, no solo de algún proyecto opositor, sino incluso de sus mismas posiciones. Ya no digamos, cuando López Obrador pide desde la tribuna presidencial que se defina la sociedad como conservadora o liberal.

A pesar de ello, ya tenemos el Frente de Oposición Nacional que, si bien ha incorporado nombres de personajes diversos de la política, academia, medios de comunicación, intelectuales y periodistas, la mayoría de esas mujeres y hombres se han deslindado del Frente. Lo mismo sucedió con el llamado Bloque Opositor Amplio (BOA), presentado la semana pasada, en una de las mañaneras presidenciales, como otro proyecto para sacar al jefe del Ejecutivo federal de Palacio Nacional. Inmediatamente salieron diversos personajes a negar la existencia del BOA, incluso decían que era una noticia falsa que AMLO difundía para distraer a la población.

Al hablar de la necesidad de una definición política no queda claro lo que la sociedad y el gobierno esperan, lo que les gustaría escuchar. Por un lado, el presidente pide que se decanten, pero la población no le toma la palabra. Por otro lado, cuando hay manifestaciones en contra de la 4T, Andrés Manuel López Obrador les llama politiqueros, al tiempo que muchos críticos de este gobierno reculan y se bajan de las movilizaciones y los proyectos para un nuevo gobierno.

Siempre me ha parecido que, la transparencia de las posiciones políticas de los ciudadanos fortalece la democracia de la República; las diferencias en los proyectos de nación y en las visiones históricas que tenemos del devenir de México, lejos de debilitar nuestra democracia la consolida; nada más sano para nuestro país que la diversidad de opiniones en el marco de la ley, la inclusión y la tolerancia. A pesar de ello, lo que prevalece en la comunidad son los discursos tibios, las posiciones ocultas, los intereses inconfesables, y las narrativas que no se comprometen.

 

@contodoytriques

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