Terminada -¡por fin, y tras dos sexenios!- la autopista a Puerto Vallarta, sus
seis casetas de peaje resultan demasiado caras para los usuarios. No se diga si
van solos: mil 300 pesos viaje sencillo; o 2 mil 600 redondo. El pobre
concesionario, Carlos Slim, no cumplió su palabra de sostener el costo de mil
68 pesos que se cobraban en las cinco casetas hasta Bucerías y puso una más
que cuesta 455 pesos. ¿Una recompensa más por aceptar sin remilgos la
cancelación del Aeropuerto de Texcoco?.