Rosario Ibarra cede medalla Belisario Domínguez a AMLO, hasta que se esclarezcan desapariciones

Ciudad de México.-Claudia Ibarra, hija de la activista Rosario Ibarra de Piedra, dio lectura a un mensaje redactado por su madre y, ante su ausencia, cedió en custodia la medalla Belisario Domínguez al presidente Andrés Manuel López Obrador hasta que se esclarezcan las miles de desapariciones en México.

“Señor presidente Andrés Manuel López Obrador, querido y respetado amigo, no permitas que la violencia y la perversidad de los gobiernos anteriores siga acechando y actuando desde las tinieblas de la impunidad y la ignominia”, citó Claudia a su madre, al tiempo que comunicó la decisión al mandatario federal.

Agregó, frente al Senado de la República: “No quiero que mi lucha quede inconclusa. Es por eso que dejo en tus manos la custodia de tan preciado reconocimiento y te pido que me la devuelvas junto con la verdad sobre el paradero de nuestros queridos y añorados hijos y familiares, y con la certeza de que la justicia anhelada por fin los ha cubierto con su velo protector”.

Nacida en Saltillo, Coahuila, en 1927, Ibarra de Piedra inició su labor como activista y política cuando el 18 de abril de 1975, el segundo más grande de sus hijos, Jesús Piedra Ibarra, fue secuestrado por razones políticas.

La activista fundó el Comité Pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos, también conocido como Comité ¡Eureka!, una organización de madres y familiares de desaparecidos durante los sexenios de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría.

En la misma carta, Rosario Ibarra de Piedra afirma que, mientras la vida se lo permita, continuará con su lucha.

“Hemos querido ser un frente portador de vida porque amamos a nuestros desaparecidos; nunca hemos estado en disyuntivas en su búsqueda, nunca hemos pensado en su muerte, son seres de carne y hueso y no personajes de novelas buenas o malas (…), ni nombres en una lista, ni imágenes fotográficas, ni sustento para que falsas ONG se hagan de fama o recursos económicos. Y, sobre todo, no son parte de una historia pasada que es falso que nos haya afectado a todos por igual.

“El puñal clavado por los malos gobiernos tal vez sea retirado, pero la herida abierta solo dejará de sangrar cuando sepamos donde están los nuestros, y aún así quedará por siempre una cicatriz indeleble”, puntualiza Ibarra de Piedra en la misiva.

La medalla Belisario Domíguez, según el propio Senado en su portal digital, “es la máxima distinción que otorga el Estado Mexicano y el Senado de la República a aquellos mexicanos que se han distinguido por su ciencia o su virtud en grado eminente, como servidores de nuestra patria o de la humanidad”.

Según el Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México, existen más de 40 mil personas desaparecidas, y más de 37 mil personas sin identificar en todo el país.

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