Guadalajara, Jalisco.-Gabriel Vallejo, terapeuta y profesor jubilado de la Universidad de Guadalajara, no sólo abusó sexual y económicamente de sus víctimas —que a la vez eran sus pacientes—, sino que llegó al grado de encajarle un cuchillo a una de ellas, de nombre Abril
De acuerdo con la víctima Vallejo utilizaba sus sesiones de terapia para convencer a sus pacientes de realizar nutridas donaciones “para un lugar que él llamaba la Casa de la Mujer Migrante”, que en realidad no existe.
Abril relató que el 28 de noviembre de 2019 le comunicó a Vallejo que un grupo de personas estaba interesado en realizar una “considerable” donación a la ficticia asociación. No obstante, le advirtió que esto generaría una gran carga tributaria. “Cuando le dije eso se enojó muchísimo”.
Posteriormente, sesión de terapia grupal, Gabriel Vallejo incitó a los otros pacientes a atacar verbalmente a Abril, bajo el argumento que ella quería evitar que llegara el dinero a las migrantes. Al terminar la sesión, le pidió a Abril y a otras dos pacientes, Susana y Natalia que se quedaran.
Las encerró en su consultorio, y a Abril le mostró fotos de mujeres torturadas. Gabriel le dijo que si no se retractaba sobre su dicho de la donación, le pasaría lo mismo. Ella se negó.
En seguida, él hizo una llamada para supuestamente pedirle a alguien que tortura a Abril, pero ella no se inmutó.
Lo anterior desesperó a Gabriel, quien sacó una pistola y una navaja de in cajón y redobló las amenazas.
“Comenzó a picarme con la navaja, comenzó en mi rodilla derecha, y comenzó a clavar la navaja, cada vez más fuerte, cada vez que yo me negaba a decir que había mentido. Finalmente, uno de los navajazos fue particularmente fuerte y empecé a sangrar mucho”, apuntó.
Gabriel justificó su acción ante las asustadas testigos, al decir que ellas no sabían cómo ejercer “la violencia de manera amorosa”. Abril mantuvo su postura. El psicoanalista, le dijo que vendrían cosas peores que la muerte.
“Finalmente, me quebré e hice todo lo que me pidió. Reconocí que había mentido, le pedí perdón a él, a mis compañeras”, refirió la afectada. Después, Gabriel le curó la herida, y a las testigos les exigió que limpiaran la sangre.
Gabriel le ordenó a Abril que no cojeara ni se quejara de dolor, frente a él, porque “lo que me había hecho, supuestamente no era nada grave”. A la 1 de la mañana, el psicoanalista le llamó para decirle que estaba loca, pero él iba a estar a su lado para ayudarla a mejorar.
“Necesitamos detener a este monstruo, no podemos permitir que él, ni su esposa, que era su cómplice, Alma Patricia Mercado Espinoza, continúen abusando de las personas”, alertó
Gabriel Vallejo fue acusado por dos de sus pacientes, Daniela Villanueva y Paulina Landeros, de haberlas violado, e incluso presentaron una denuncia en su contra ante la Fiscalía del Estado de Jalisco.