No lo hizo la Fiscalía, ni Enrique Alfaro. No tuvo tiempo para quienes no encuentran a sus hijos. Lo hicieron “Guerreros Buscadores de Jalisco”compuesto esencialmente por mujeres. Hace ocho meses, la dependencia descubrió en Teuchitlán –a 45 minutos de la capital–, un centro de entrenamiento del CJNG. Capturaron a diez sujetos y liberaron a dos rehenes. El rancho se aseguró. No se percataron, o no quisieron percatarse de lo encontrado por las madres: una finca que fue, al mismo tiempo, centro de exterminio con hornos subterráneos en donde habrían cremado, al menos, a 200 víctimas. El nuevo fiscal, Salvador Glez. de los Santos, se lavó las manos: “no se pudo recorrer todo el terreno por extenso”. Sí, 5 mil metros cuadrados (apenas media hectárea).