Paulatinamente, pero, sobre todo, desde hace seis, siete años, Puerto Vallarta y zona de influencia, el conurbado municipio Nuevo Vallarta, Nayarit, se fue convirtiendo en un lugar cada vez menos seguro; quizás por el incremento del consumo de estupefacientes y, obvio, su presunto trasiego, entre otras actividades no del todo claras. Basta recordar las ejecuciones del exgobernardor Jorge Aristóteles y la del empresario Felipe de J. Thomé en
2020. Ahora, el Consulado Norteamericano en Jalisco, alerta a sus ciudadanos por secuestro a través de contactos vía plataformas digitales.