Guadalajara, Jalisco.- Al cumplirse 12 años de la muerte del menor Miguel Ángel López Rocha, quien en 2008, con tan sólo ocho años, calló al cauce del río Santiago y posteriormente enfermó y falleció, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) se ha negado a indemnizarla, denunció su madre, María del Carmen Rocha Mendoza.
En rueda de prensa, la madre del menor fallecido, quien estaría cumpliendo 20 años edad, aseguró entre lágrimas que “lo sigo extrañando mucho, me sigo acordando de todo”, y que a pesar de los dichos de las autoridades, mismas que se comprometieron apoyarla a ella y al resto de sus hijos, todo quedó en promesas.
El 26 de enero de 2008, Miguel Ángel cayó al cauce del río Santiago y tras ser rescatado comenzó a experimentar vómito, diarrea, fiebre, alucinaciones y convulsiones, por lo que tuvo que ser internado de urgencia. No obstante, el menor cayó en estado de coma y finalmente el 13 de febrero del mismo año falleció.
“Quisiera que nos ayudaran, porque nos prometieron tantas cosas y ahorita estamos en el olvido. No se acuerdan de uno, de mí qué, de mi niño (Miguel Ángel), de sus tres hermanitos que están estudiando, y que todas las promesas de beca, de reubicación, quedaron atrás. Fueron palabras al viento”.
Criticó que las autoridades jueguen con el sufrimiento de las familias y sus derechos.
“Todos tenemos derechos, ¿por qué ellos (las autoridades) no cumplen la ley, son los primeros en violarla, quieren que uno la siga y ellos no, y no hacen nada por resolverlo. Ya 12 años y no ha pasado nada, sigue todo igual, para ellos, porque para la gente que se nos fueron nuestros seres queridos estamos bien al pendiente y vamos a seguir la lucha”, abundó.
En tanto, el representante legal de Rocha Mendoza, explicó que la negativa de la CEAV es que la Comisión Nacional del Agua no ha aceptado que López Rocha haya enfermado y fallecido por la contaminación del afluente.
A finales del mes pasado se dio a conocer un estudio que la Comisión Estatal del Agua solicitó en 2010 a la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, con el fin de observar la salud de menores que habitaban municipios aledaños al río Santiago. En todos los casos se detectó que los niños presentaban altos niveles de metales pesados en la sangre, mismos que comúnmente se vierten al al cauce. Además, se identificó una marcada afectación cognitiva.
No obstante, Enrique Alfaro Ramírez, gobernador de Jalisco, minimizó dicho descubrimiento, asegurando que no había un
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