Lamentablemente, desde su creación, el Instituto de Justicia Alternativa (IJA) en el estado de Jalisco ha sido considerado un botín político para quienes detentan el poder en turno.

Hasta la fecha las cosas no han cambiado. Es más, van de mal en peor. Si en algo se ha distinguido el IJA en manos de Guillermo Zepeda Lecuona es por los escándalos en bacanales, orgías y excesos de alcohol en la institución en comento, entre las personas que el titular invitó “a trabajar”, tal como se puede constatar en diversos medios de comunicación que son de dominio público, entre ellos diario Mural.

No podemos permitir que se nos intente engañar a los jaliscienses por parte del diputado de Movimiento Ciudadano ─sexta posición plurinominal─, quien por no haber alcanzado un escaño le dieron al IJA como un premio de consolación.

En Observatorio de Seguridad y Justicia de nuestra Benemérita Universidad de Guadalajara, analizamos a instituciones gubernamentales desde un punto de vista científico y objetivo, recabando los soportes, estadísticas y pruebas para sostener nuestros diagnósticos. Con base a ello, analicemos las declaraciones de Zepeda Lecuona publicadas en el diario mural del pasado 27 de enero del presente año que lo evidencian como un hombre que miente sin el menor pudor, intentando engañar al pueblo de Jalisco.

En primer término, el funcionario declaró a la citada fuente que “en el rompecabezas de la justicia, la mediación es una pieza clave”.

Lo anterior debería ser cierto, pero nada tiene que ver la labor que hace el Instituto de Justicia Alternativa, en virtud de que si en Jalisco se presentaron 14 mil denuncias ─sin contemplar la cifra negra, la cual es escandalosa por la ineptitud de autoridades que están al frente de las instituciones encargadas de la administración y procuración de justicia─ los expedientes penales con convenios finales del 1 de enero a la fecha fueron 330. En tanto, los acuerdos penales adversariales con acuerdos reparatorios, del 1 de enero a la fecha, fueron 198.

Dichas cifras no se se acercan ni al 1 por ciento de la carga penal. La razón es que el IJA ha sido desnaturalizado, pues la Fiscalía es la que resuelve el mayor número de asuntos en materia penal con prestadores de servicios independientes y ajenos al organismo. Y por supuesto, el director general del IJA no tiene autoridad sobre ellos.

Zepeda Lecuona también miente cuando dice que abandonó las aulas para convertirse en funcionario y ayudar a transformar el sistema como director del IJA, pues como por todos es sabido fue un premio de consolación por pertenecer al partido naranja, al no alcanzar la cuota para diputado plurinominal. Lo que sí es cierto es que abandonó las aulas, pero no los cheques, pues sigue cobrando en el Colegio de Jalisco, instancia que también contaminó a su paso este “funcionario”, de lo cual, en el Observatorio de Seguridad y Justicia tenemos evidencia.

Dice también desvergonzadamente que no tiene filiación partidista o compadrazgos políticos. Entonces, ¿cómo puede explicar contratos millonarios que hizo con el ayuntamiento de Guadalajara?, según el vendiéndoles estudios sobre seguridad, y de pasada acomodó a una hermana en la Policía Municipal, misma que deambuló en algunas colonias como la Independencia, “capacitando a ciudadanos”. Esto se fundamenta en el contrato de fecha 12 de julio de 2017, entre el ayuntamiento tapatío y la empresa Jurimetría.

El titular del IJA asegura que pese a figurar en la lista de diputados plurinominales del partido Movimiento Ciudadano no tiene compromiso con ellos, lo cual resulta otra mentira. Tan sólo por utilizar la mínima lógica. Y con este simple hecho violó la Constitución política del Estado de Jalisco, la cual señala tajantemente su impedimento legal para ocupar el puesto que ostenta.  Esto valió para que aspirantes afectados presentaran amparos.

Otro punto es que Zepeda Lecuona dice utilizar herramientas de la cultura de la paz, cuando en realidad llegó a esta institución atropellando los derechos de muchos trabajadores, extorsionándolos bajo amenazas de que renunciaran a sus nombramientos definitivos o por tiempo indeterminado, en algunos casos quedándose incluso con cheques por concepto de vacaciones devengadas y hasta cosas personales, siempre auspiciado por sus grandes amigos, Rebeca Ley (despedida por un desfalco en el IJA) y David Wong Aviles, (también despedido, quien argumentÓ con bravatas ser protegido de un diputado de MC).

Dice también Zepeda Lecuona que va a combatir la impunidad y la corrupción en el poder Judicial, cuando nombró al director de capacitación Omar Lenin Luna, quien tiene una recomendación por tortura cuando estuvo en la extinta Procuraduría de Justicia del Estado de Jalisco. Miente al decir que en el IJA no tenía trabajadores de Jurimetria, pues Lenin Luna es uno de ellos, según consta en el semanario Proceso.

En la entrevista Zepeda señala también que en este momento está tomando su curso para ser mediador de la justica, y ya es el director de la institución, lo cual raya en lo ilegal y ridículo.

Eso si, ha resultado bueno para el pleito y para inventar falsos en contra de personal con verdadera trayectoria en la materia, involucrando incluso a personal del ayuntamiento de Guadalajara, pruebas que están en carpeta de investigación en su contra desde el mes de enero del año pasado.

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