Hurgar con catalejos

Hurgar con catalejos

Amado Aurelio Pérez

1990aapc@gmail.com

El acto de fotografiar no es ingenuo. Lo que subrayamos con este yeiyari es la tendencia de los primeros planos a distraernos y alejarnos de la participación en el espacio público, ese lugar donde se construye la vida social. Este libro nos permite acercarnos a la transformación de la mirada del ser humano para entender “el trastorno de la civilización” que el acto fotográfico puede ser que anuncie: cito Introductorio que Sara Corona Berkin[1] formuló a partir de las ideas R. Barthes refiriendo las transformaciones de los sistemas visuales, y con ellas vemos surgir nuevos espacios para la sociabilidad, para otras identidades, y nuevos anhelos.

¿Qué sueños tenía el ojo wixárika antes de mirar por la lente de una cámara en 1997? Se pregunta la doctora Corona Berkin y la respuesta de cara a la realidad contemporánea, conduce a los mitos pertenecientes a los tres grandes ciclos en los que se dividen las ideas fundacionales del pueblo wixárika.

Desde los comienzos de las disciplinas antropológicas en el siglo XIX, la imagen fotográfica, como forma y técnica de registro visual, ha desempeñado un rol importante como medio de generación de información empírica en torno a variados colectivos humanos, especialmente en el transcurso del trabajo de campo en pueblos con culturas y tradiciones históricas diferentes a las modernas sociedades occidentales. Hoy día, con la profusión de las tecnologías de la información y con la reducción de costos de los dispositivos audiovisuales que ha traído la era digital, la fotografía, a semejanza de otros dispositivos de registro audiovisual –como el video-, ha tenido y tiene una mucho mayor utilización; la imagen fotográfica tiene hoy variados propósitos y es cada vez más recurrente y diverso su uso en los medios de comunicación y en las redes sociales en Internet.

Boas también usó la fotografía con un carácter etnográfico cultural que excedía el mero interés en el soma del otro y se proponía registrar objetos de cultura material, ceremonias, etc.; en su diario de campo Boas hizo alusión a las pericias de fotografiar – sin el permiso de los dueños- un tótem y una casa (Boas, 1969)[2]

El uso de la imagen de los wixáritari como “patrimonio local” fue un eje central de las políticas indigenistas desde la década de 1970; se encontraba en ello una oportunidad de desarrollar el sector turístico, ya floreciente, y a la vez, un método rentable para integrar a los pueblos indígenas a la sociedad mayoritaria. El programa gubernamental Huicot (PLAN LERMA) implementó políticas indigenistas masivas y afectó profundamente las comunidades wixáritari de Jalisco y Nayarit.

La comercialización de la artesanía y el folclor fue uno de los objetivos del plan de desarrollo denominado HUICOT, que formó parte de plan las cuencas hidrológicas del país, hasta mediados de los años setenta del siglo pasado. Este programa influyó mucho para que la venta de artesanía se transformara en una de las estrategias de supervivencia más importante de los huicholes (Mata, 1972; Torres, 2000; Durin, 2003).[3]

 

Estos acontecimientos marcaron una abrupta integración al desarrollo nacional, novedosas formas de sensibilidad artística y política anticiparon de forma aciaga la ola de violencia desencadenada a raíz del plan bélico fabricado por el ex presidente Felipe Calderón a partir de la denominada “guerra contra el narcotráfico”.

 

En la actualidad los wixaritari más prósperos son los comerciantes. Desde el año 2000, y sobre todo a partir del año 2004, se ha intensificado el narcotráfico en toda la sierra de Nayarit, Jalisco y Durango, fenómeno que rebasa los límites locales y como en todo el país, está relacionado con redes internacionales.

 

Libro que nos permite pensar y sentir el rencuentro con nuestras raíces, en estas aciagas horas de reencuentro impostergable.

[1] CORONA BERKIN SARA Entre miradas 25 años de fotografía wixárika. Primera edición electrónica, 2023

[2] Boas, Franz, (1969).The ethnography of Franz Boas: letters and diaries of Franz Boas written on the

Northwest Coast from 1886 to 1931. Compiled and edited by Roland P. Rohner, University of Chicago

Press, Chicago. https://www.margen.org/suscri/margen77/castillo77.pdf

[3] Le Mûr Rozenn https://www.scielo.org.mx/pdf/desacatos/n49/2448-5144-desacatos-49-00114.pdf

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