José Díaz Betancourt
Sábado 7 de agosto de 2024.- Tras la mayor etapa de la fuerza del temporal lluvioso,sigue la de edificaciones derrumbadas por remojo y humedad.
Se cuentan en ellas las de descuido, es decir, falta de mantenimiento y otras, que a propósito es conveniente que colapsen para que su estatus inmobiliario cambie, destrabar un procedimiento legal y se pueda ocupar su espacio en la jungla urbana, que, como ya sabemos está sobrevalorada y es muy buen negocio.
No es el caso creemos del derrumbe de parte de los arcos de El Parián donde se condensa un llamado de atención para proteger una edificación más que centenaria y que corresponde a sus propietarios, no a las autoridades.
Es cierto que los mejores días de este recinto ya fueron pero lo ocurrido puede ser un motivo interesante para revalidar lo que significa culturalmente este lugar que a pesar de la evidente sobreexplotación de sus servicios de baja calidad, sigue siendo parada obligada del turismo nacional e internacional.
Es una buena oportunidad para que, apoyo del Gobierno del Estado de por medio, se pueda dignificar ésta magnífica construcción así como sus servicios y todos llevemos a nuestra visitas a presenciar actividades típicas y culturales encabezadas por el mariachi y no a que las despeluquen, las emborrachen y las indigesten.
Pilón
Pues vaya chistorete ese de la magnífica seguridad pública que disfruta Jalisco según el ejecutivo con una incidencia menor a la media nacional en homicidios dolosos, 65 por ciento menos en delitos patrimoniales y bueno, los malabares de términos y números nos ponen a la altura del país de Magusin.