Las movilizaciones en México en torno al Día Internacional de las Mujeres, el 8 de marzo, y el Paro Nacional de Mujeres, un día después, sin duda llenan de esperanza nuestros corazones. La movilización de conciencias tiene que llevar a cambios profundos que permitan erradicar definitivamente las violencias machistas y garantizar así una vida libre de violencias para las niñas y las mujeres. bruselas
Este año me tocó marchar y movilizarme con mujeres, feministas y activistas de otras latitudes. Especialmente caminar y gritar consignas junto con más de 6 mil personas que salieron a las calles de Bruselas, en Bélgica. Aquí les comparto la reseña de Thamara Cruz, del Colectivo feminista Siempre.
Sindicatos, grupos de mujeres, grupos Queer, LGTBI, expresaron mediante testimonios, discursos y el Flash Mob El Violador en tu camino su presencia. En dos plazas situadas al frente y costado de la Estación Central de la Capital de Bruselas, se reunieron para reivindicar los derechos de las mujeres y niñas.
Mujeres Latinoamericanas y del Caribe, junto con la organización Siempre, se dieron cita en la Plaza de la Europa para unirse al llamado del la Marcha Internacional del 8 de marzo y expresar juntas su solidaridad con el movimiento internacional de mujeres y organizaciones tanto en Bélgica con el #8Mars #LaMarcheMundialdeFemmes y en México con el #UnDiaSinNosotras, y en apoyo con nuestras hermanas activistas, profesionistas, indígenas, feministas y organizaciones en México. Con la presencia de la Dra. Guadalupe Ramos Ponce abogada feminista, activista quien estuvo presente, frente a la audiencia de mujeres provenientes de diferentes diásporas, dio las siguientes cifras de la realidad que se viven sobre el Feminicidio en México 15,804 asesinatos de mujeres, de los cuales 3,751 fueron investigados como feminicidio, es decir un 23.7%; tan sólo en 2019 fueron asesinadas 3,825 mujeres, 1006 casos son investigados como feminicidio. México vive una de las peores realidades de violencia feminicida, ya que diariamente son asesinadas 10 mujeres. Junto a ella, en el escenario se unieron mujeres provenientes de otros países Latinoamericanos radicadas en Bélgica para hacer un llamado frente al desplazamiento de sus hijos en familias de acogida o refugios de niños que sólo pueden visitar a veces y con acceso muy restringido, injusticia que viven sin considerar que son sus madres. La urgencia de encontrar servicios adecuados, accesibles y con el personal y profesionales competente durante el acompañamiento, seguimiento y apelación en los casos dictaminados y con resoluciones por parte de jueces en las custodias derivadas de sentencias de divorcio, desplazamiento de menores y dictámenes psicológicos que no tienen un sustento legal.
Sin duda, la sororidad internacional del movimiento feminista hoy se hace más necesaria que nunca. En un abrazo de ida y vuelta, regreso a casa con la alegría feminista de las luchas compartidas. Pero también con profunda tristeza por la realidad de las mujeres migrantes latinoamericanas y caribeñas en Europa, en donde viven maltratos y discriminaciones sistemáticas, por lo que se requieren acciones concretas y articuladas en la erradicación de las violencias que viven día a día, especialmente en Bélgica.
Deben cumplir los Estados los mandatos de Derechos Humanos de las mujeres migrantes, tal y como lo establecen los convenios ratificados como el Convenio de Estambul y la CEDAW, adoptados por Bélgica. Y especialmente se requiere tipificar e incorporar el feminicidio como delito. El feminicidio se encuentra enraizado en Bélgica y Europa en general, que tienen bien fundamentadas sus estructuras machistas, principalmente en la justicia patriarcal.
@lupitaramosponc
