Primera gran mentira del gabinete

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Felipe Cobián Rosales
Más tardó Loretta Ortiz Ahlf en anunciar con bombo y platillo –y pasando sobre protocolos diplomáticos– la participación del Papa Francisco en proceso de paz de López Obrador, que el Vaticano en desmentir la noticia.
El portavoz vaticano, Greg Burke, declaró concretamente: “La noticia de que el Santo Padre participará en la conferencia carece de todo fundamento”. Si Tampoco afirmó si vendría o no algún representante o delegación.
La doctora en derechos humanos, Ortiz Ahlf, coordinadora de ese proyecto de Andrés Manuel, ignorante de formas mínimas que hay en la diplomacia donde las invitaciones se dan entre jefes de Estado de hecho y de derecho, y por la vía diplomática, no entre terceros de presuntos o virtuales jefe de Estado, se fue por la más libre de las vías y, segura, se arrogó la presencia de Francisco vía videoconferencia.
¿Cuál fue su intención esta diputada que forma parte del equipo del virtual presidente de México? ¿Quiso llamar la atención con esta falsa noticia que trascendió más allá de las fronteras? ¿Creerá que todavía están en campaña y se puede dar por hecho cualquier cosa? ¿Serán ansias o ánimos desmedidos de notoriedad?
Quién miente así, sin el menor recato ni pudor, sin medir consecuencias, es que ya lo ha hecho muchas veces y seguirá mintiendo sin importarle nada, ni los problemas en que pueden meter a su jefe, entre ellos, el de la credibilidad tan debilitada en el gobierno.
También Javier Jiménez Espriú, futuro secretario de Comunicaciones y Transportes, metió dificultades a AMLO cuando habló de una reunión de consulta sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y tal cosa ha sido desmentida.
¿Por qué hablan tan a la ligera y mienten? Un gabinete integrado por mitómanos no funcionará., habrá daños incalculables. Para ocupar un cargo cercano al presidente no debe bastar la filiación a su partido ni tener licenciaturas o doctorados que luego a la mejor hasta resultan falsos.
Con tendencias similares hay otras personas cercanas AMLO que pueden enredarlo todo: la senadora Layda Sansores quien se gastó más de 700 mil pesos de su Cámara en joyas, tintes y caras despensas y la presidenta de Morena, Yeidckol Polenvsky Gurwitz.
Convertida al judaísmo, Yeidckol , que dice que significa “llamada de Dios”, primero se llamó Citlali Ibáñez Camacho y hasta se dijo descendiente del general Maximiano Ávila Camacho, hermano de Manuel, quien fuera presidente de México, lo que resultó falso.
Entre sus colecciones tiene cuatro actas diferentes de nacimiento con fechas y lugares distintos, aparte de estudios que nadie tiene certeza si los cursó o no.
Adrián Rueda escribió de ella en Excélsior en abril de 2017 que “es la manzana podrida de Morena” y que exactamente un año atrás se le vio en la fiesta de cumpleaños de Diego Fernández de Cevallos donde compartió también con Raúl Salinas y otros más de la “mafia del poder”.
Julio Hernández López la describió en su columna de La Jornada, en febrero de 2005, como alguien que posee “múltiples personalidades que demuestra mitomanía crónica concebida en función de arribismos de diversa índole.
Y pensar que esta dama, que a sus dos hijos también les cambió de nombres indígenas a polaco-judíos, puede ser parte del gabinete del Peje…

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