En el pleito del gobierno de Jalisco contra la universidad, Alfaro confunde a la UdeG con su archienemigo, el exrector Raúl Padilla y llega a lo impensable en su afán de vencer a su antiguo aliado político. El gobernador dice que a Padilla “se le acabo el veinte” y lo ubica al frente de la cúpula que maneja la institución como si fuera una empresa privada. ¿Será verdad que eso lo descubrió ayer el gobernador? ¿Por qué en otros presupuestos Alfaro jamás cuestionó partidas para la UdeG? ¿Será porque era parte de ese grupo que ahora tanto cuestiona?