Chairos contra fifís. Provida contra Prodespenalización. Aeropuerto contra lago. Marihuana contra prohibición. Y, ahora, hasta los que gustan de los frijoles en contra de quienes los desprecian. Vivimos en un país dividido.
Todo lo contrario, las diferencias entre los ciudadanos continúan manifestándose. La marejada comienza a desbordarse. No se mira la reconciliación por ninguna parte.