Muchos pierden la vida, pocos ganan mucho

Mientras a nivel nacional ─y en Jalisco─ muchos enferman y pierden la vida por el coronavirus, unos cuantos, allá y aquí, lucran y se enriquecen con la pandemia. Son los favorecidos de quienes ostentan el poder federal y estatal.

En tanto, unos y otros hacen cuentas, si no contradictorias, sí ininteligibles para el grueso de la población que, a su modo, entiende los mensajes y ya tiene rato relajándose cada vez más y la disciplina, que apenas empezaba, de recogerse cada quien en su casa, se va al carajo.

Todo porque el llamado zar contra el SARS-2- COV-2 (Covid-19), Hugo López-Gatell, y estrella de la 4T en televisión y más allá, declaró formalmente este martes 5 que la curva de la pandemia “se va aplanando”.

Cuando lo escuchaba la tarde de anteayer, a ratos como que capté bien y a ratos como que me quedé en el espacio. Reaccioné y algunas cosas se me hicieron ilógicas o, al menos, ininteligible como son algunos datos matemáticos para los neófitos como yo cuando miraba el pico estadístico que sigue apuntando irremisiblemente hacia arriba… Y eso sin multiplicar por 8 o por 10 las cifras, como sería el cálculo que en varias ocasiones el propio subsecretario de Salud ha dicho que se puede hacer.

Nada menos anoche, cuando redactaba esta columna, una enfermera anónima denunciaba en la televisión local que en la Clínica 46 de Guadalajara trabajan sin equipo protector de la institución: “Nosotros lo tenemos que comprar, y pacientes que llegan con síntomas de Covid-19, se les hace la prueba, resultan positivos y hasta se nos mueren, y ni siquiera aparecieron como decesos por neumonía atípica”.

Cuentas alegres, pues, las de López-Gatell. Cosa difícil de creer cuando este  martes 5 y miércoles 6 él y su equipo dieron a conocer el mayor número de personas muertas, 236 y 197, respectivamente, en esos dos días, para sumar un total de 2 mil 704 en lo que va de la pandemia;  27 mil 634 casos confirmados acumulados, 17 mil 553 sospechosos y 7 mil 149 confirmados activos.

Por lo visto, quiere el gobierno aplanar curvas y baches con terraplenes mal puestos, como le hacen en las carreteras para salir del paso y los pozos y fallas aparecen peores poco después. Ojalá no pase así con el coronavirus que, a la mejor al rato, lo fulminan con un decreto.

El origen podría estar esencialmente en la insuficiencia de tests o pruebas que no se han hecho de manera masiva, sólo por ahorrarse algunos millones de pesos, pese a las exigencias de la Organización Mundial de la Salud.

Independientemente de eso, hay quienes cuestionan la certeza de algunas pruebas rápidas que se han realizado porque fueron elaboradas deficientemente por algunos laboratorios particulares.

Eso por un lado. Por otro, en el sexenio anticorrupción –es letanía mañanera– el Seguro Social en el estado de Hidalgo adquirió de la empresa Caber Robotics Solutions, propiedad del hijo del director de la CFE, Manuel Bartlett, León Manuel Bartlett Álvarez, 20 ventiladores o respiradores para pacientes de Covid-19, a un costo de 31 millones de pesos, esto es, un millón 550 mil pesos por cada uno, cuando el precio ronda los 800 mil pesos, según Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad.

Es como un asalto en despoblado de parte del hijo del influyente al que no quieren molestar pese a señalamientos serios contra él.

Y Jalisco no canta mal las rancheras. Como ya se publicó en Partidero en notas de Mural y de Gloria Reza, el gobernador Enrique Alfaro hizo compras por asignación directa, y a sobreprecio, a una empresa denominada Impermet, S.A. de C.V., por más de 23 millones de pesos, de 8 mil 265 kits de detección del virus a razón de 2 mil 842 pesos cada uno. El precio en Guanajuato es de poco más de 600 pesos por unidad.

También adquirió de Sanabria Corporativo Médico 75 monitores de signos vitales con pantalla a casi 260 mil pesos cada uno. Total erogado: 19 millones 446 mil pesos. El precio corriente por cada uno es de menos de 100 mil pesos. Por si fuera poco, la misma autoridad dio un crédito urgente por 100 mil pesos…  ¿Sabe para qué?, para que  una notaría pública que lleva el mismo apellido Sanabria pagara su nómina.

Antes, personal médico del Hospital Civil aquí denunció que Alfaro cedió 180 millones de pesos para rehabilitar el hospital Ángel Leaño, de la Universidad Autónoma de Guadalajara, cuando el nosocomio fundado por Fray Antonio Alcalde tiene carencias para hacer frente al coronavirus… Y al final, la deuda pública crecerá entre 3 mil y 5 mil millones de pesos.

Y vaya que Impermet ha sido muy favorecida por el gobierno emecista de Alfaro Ramírez, a pesar de que el año pasado ya había sido impugnada por la asignación irregular de contratos. Ahora sería de las empresas que más negocio habría hecho de pruebas rápidas.

Al portal AfondoJalisco no sé si le falta razón o no, pero escribió sobre Alfaro y sus funcionarios que ven la pandemia “como un gran negocio”. Bajo el título: “Atacan los Petersen; uno compra, otro paga y otro vigila corrupción”, dice que el titular de Salud, “Fernando Petersen Aranguren, primo de Miguel Alfaro Aranguren, primo a su vez de Enrique Alfaro, ordenó la compra de pruebas rápidas a la empresa favorita de esta administración, Impermet; su primo, el secretario de Administración del Gobierno de Jalisco, Esteban Petersen Cortés, se las pagó ipso facto, y su primo el columnista de El Informador, Diego Petersen Farah, con todos sus cuates del Sistema Estatal anticorrupción los protege y calla…”

Lo que sí es cierto es que la transparencia en el actual gobierno parece más bien turbia, pues no hay suficiente desglose de compraventas, facturación y pormenores mayores de lo adquirido.

Y sí, como en el gobierno federal, algunos en Jalisco se están haciendo más ricos con el dolor de quienes han enfermado, y hasta con los fallecidos.

Por si eso no bastara, una Fundación solicita donaciones para el mismo hospital particular que ahora está a cargo de Alfonso Petersen, exalcalde de Guadalajara y dos veces secretario de Salud Jalisco.

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